El golf lo inventó Seve

Hubo otra España en la que primero fue el deportista y luego el deporte. Brotaron jinetes solitarios, encomendados sólo a su talento y a su esfuerzo personal. En ese paisaje hay que situar a Seve. Primero fue él y después el golf. Que vino de su mano. O que para nosotros lo inventó. Seve ya estaba cuando llegaron el putt, la madera y los hierros. Su celebridad casi nos vino impuesta. Los ingleses nos explicaron que ganar un Británico es la bomba, y que si se llega a tres casi se pierde la condición humana. Y los norteamericanos nos revelaron la elegancia suprema de las chaquetas verdes de Augusta. Times le eligió número uno en la lista de "atletas que cambiaron el deporte para siempre". El homenaje era inexcusable. Casillas, Contador o Mengual llegaron hasta el escenario por el camino que abrieron él y otros pioneros de la gloria.