Virus FIFA e inseguridad de Schuster

Schuster ha vuelto a entrar en autocombustión. El virus FIFA, ese mal que amenaza a los poderosos y tiende a igualarles, en jornadas como ésta, con los más modestos, le ha llevado a dar otro cante. Podría quizá haber defendido que si Ramos tiene molestias de pubis bien podría Del Bosque haberle liberado, por ejemplo, de la segunda parte ante Armenia, con todo ganado. Eso, dicho con educación y tono persuasivo, hubiera sido atendible. Pero en vez de ello se sacó de la manga una infiltración que no ha existido y ha creado una polémica más que mantiene por más tiempo al Madrid en lenguas.

Claro que el virus FIFA es un problema, pero es inevitable. A todos nos gusta el fútbol de selecciones tanto como el de clubes. A todos nos gustan esas fases finales de Mundial o Eurocopa (sobre todo ahora que resulta que somos buenos). A cambio, los clubes tienen que ceder frecuentemente a sus jugadores para partidos de clasificación. Más o menos, el calendario se ha ido haciendo más sensato para alternar clubes con selecciones, pero es excesivo, porque los clubes juegan mucho, y porque las selecciones también. Sobre todo las suramericanas. Y eso sobrecarga de fatiga a las grandes estrellas.

Veámoslo por el lado bueno: esto equilibra la Liga. Los menos ricos (aquí casi no hay pobres) disponen de la plantilla, piensan en el partido, ensayan cada cosa. A los más ricos les llegan los jugadores un día o dos antes del partido, sin tiempo para nada. Algunos ni pueden jugar. Algunos hasta aprovechan para racanear un poquito, vuelven tarde. Estas son jornadas-trampa para los poderosos (ya se vio anoche), y en ese sentido muchos partidos tienen una gracia que sin eso no tendrían. Por ejemplo, el de esta tarde en el Bernabéu. Sólo que a Schuster maldita la gracia que le hace, porque se siente inseguro. Y por eso mete la pata.

Lo más visto

Más noticias