El fútbol y los JJ OO no mezclan bien

El fútbol fue el primer deporte que se profesionalizó "a lo bestia". De ahí que fuera el primero en chocar con la pretensión de 'amateurismo' de los JJ OO en fechas pasadas. Hasta romper. Hubo tensiones ya en París-1924 y Ámsterdam-1928, hasta la expulsión. Por eso el fútbol creó su propia Copa del Mundo, cuya primera edición se remonta a 1930. En Los Ángeles-1932 no hubo fútbol. Fue readmitido en Berlín-1936, pero con la condición de que no acudieran jugadores profesionales. Eso hizo del torneo olímpico de fútbol una competición menor, insignificante frente al Mundial, que cobró inmenso auge.

Durante años, los países de la órbita socialista, que no reconocían el profesionalismo (pagaban a sus estrellas con sueldos por trabajos simulados para el Ejército, la Policía, el Parlamento o donde fuera) coparon las medallas, porque sólo ellos enviaban a los mejores. El resto mandaba promesas con ficha 'amateur', pendientes de saltar a profesionales. Cuando el movimiento olímpico cedió en su obsesión 'amateurista' ya era tarde. El fútbol tenía consolidadísimo su Mundial. Y se buscó, desde 1988, esta solución de equipos Sub-23, a lo que luego se añadió permiso para que vayan tres mayores por selección.

Total, que no se sabe bien qué cosa es ya una selección olímpica. Y además las fechas son malas. El fútbol se ha organizado para que junio sea el mes de la gran competición internacional, y en agosto los clubes están activos, muchos con sus ligas, otros incluso con previas de Champions. Al fútbol le estorban los JJ OO. No es culpa de nadie. Si acaso, de aquellos prejuicios 'amateuristas' del pasado, pero que en su momento tuvieron sentido. Y es una pena, porque conozco jugadores laureadísimos (Casillas y Ronaldo, por ejemplo) que lamentan profundamente no haber gozado nunca de la experiencia olímpica.

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