El mes de enero es el mes de la Copa

Vuelve el fútbol y vuelve con la Copa. Hoy, catorce partidos, mañana otros dos, y así quedarán resueltos los dieciseisavos de final, si Dios quiere, el tiempo no lo impide y la autoridad no lo prohibe. Luego, miércoles tras miércoles hasta final de mes, se irán desgranando los octavos y los cuartos. Así que llegaremos a febrero, si todo sale según lo previsto, con los semifinalistas ya decididos. Luego, la Copa, que es el Guadiana de nuestro fútbol, volverá a sumergirse. Las semifinales quedan lejanas y dispersas en el tiempo: 27 de febrero y 19 de marzo. Y la final, el 16 de abril. Antes de que acabe la Liga.

Así que este es el mes de la Copa, el mes que la atiende y que dedica sus miércoles (o martes o jueves) a ella. No hay partidos de Champions ni de UEFA, porque el frío en el norte de Europa los desaconseja, y aquí damos un apretón a este viejo y querido campeonato, al que le van quedando las sobras. Tanto lo apretamos que ya ven: esta tarde hay tres partidos en Madrid, porque juegan Getafe, Atlético y Madrid, hecho insólito. Y no todos le harán los honores. Habrá muchos suplentes en las alineaciones. Muchos o todos. Se empezó por el portero, la cosa se extendió y la Copa es ya casi un campeonato de reservas.

En realidad, se trata para todos de pasar este apretón copero a lo que salga, con la menor fatiga posible. Titulares los domingos en Liga, suplentes entre semana en Copa. Y si pasamos a semifinales, ya veremos, que quedan lejos, y por en medio estarán los afanes principales: los de la Liga de cada cual, con las aspiraciones de cada cual, y no digamos los campeonatos europeos. Así es la Copa y así será hasta que el campeón reciba el premio de la clasificación para la Champions. Pero eso queda para largo, para muy largo. Platini lo tenía en su programa, pero lo ha olvidado a las primeras de cambio. Lástima.