Gol como sedante, gol como excitante

Marcó muy pronto el Madrid y lo vio demasiado fácil. El gol le relajó. Estaba jugando bien, moviendo el balón, seguro de su fútbol y de su poder, marcó (me temo que en fuera de juego, por cierto) y creyó que todo estaba hecho. El propio Murcia contribuyó a ese efecto, porque pareció entregarse. Es signo del Madrid de Schuster que cuando marca un gol va a por más. Pero ayer, no. Cosa del virus FIFA, quizá, que tenía a varios muy cansados y a algunos (particularmente a Sergio Ramos) descentrados. Pero como el Murcia no amenazaba, el Madrid dejó que el primer tiempo se escapara por el sumidero, sin sobresaltos.

Pero empezó la segunda parte y llegó el otro gol, que el Murcia metabolizó justo al revés: como un poderoso excitante. Fue en un corner en el que De Lucas pasó como un rayo junto a Guti y cabeceó a placer. Eso del gol de corner nada más salir del vestuario, sea en la primera o en la segunda parte, ya le ha pasado a este Madrid más veces. Contra el Atlético, recuerdo. Contra el Espanyol, con aquel cabezazo de Riera... El caso es que pasó ayer y el Murcia se vino arriba, aceleró, se organizó arrastrado por un magnífico Abel y por la energía de Movilla y tuvo el partido en sus manos. No ganó de milagro.

Porque cuando alguien cree tener un partido resuelto y se ve obligado a pelearlo sufre mucho. Y eso le pasó al Madrid. Y ese fue su gran fracaso ayer, más allá de los dos puntos: que no fue capaz de ponerse a la altura del Murcia en toda la segunda parte. Fueron los locales los que disfrutaron del juego y de las ocasiones, los que llegaron y amenazaron. El Madrid, nada. Varios fueras de juego, expulsión de Guti, que empañó su buen juego con el despiste del corner y con esto, que despierta los malos recuerdos en torno a su figura, y nada más. Por cierto, que reapareció Robben, tras semanas de baja. ¿Para qué?

Lo más visto

Más noticias