El tiqui-taca trabaja con red

Repaso el gráfico del segundo gol de España a Suecia, un tejido de pases de babor a estribor que mareó a la presa, y observo que todo comenzó en Casillas. Es decir, el mejor comienzo posible para la Eurocopa que nos ganamos el domingo. De aquel furioso arranque en Amberes a hoy 47 porteros han defendido la meta nacional, pero ninguno con aire tan sobrenatural como Zamora (el primero) y Casillas (el último). Los dos debutaron con 19 años. A Zamora, el primer mediático, le despidió la Guerra Civil con 35. Si a Casillas le da el físico para tanto rondará los 150 partidos. Gordillo, Camacho, Hierro, Raúl y Zubizarreta ya le tienen en el retrovisor.Brasil es pentacampeón mundial sin un portero de altura. No lo necesitó. Holanda estuvo en dos finales y perdió las dos porque se le vino encima la portería. Con menos llegaron a más Alemania o Italia gracias a Maier, Zoff o Buffon. Y el belga Pfaff tuvo un lustro a Bélgica por encima de sus posibilidades.

Un portero queda para cuando todo lo demás falla y nosotros tenemos al mejor, un ángel de la guarda con buen entrenamiento en el Madrid. A la Eurocopa llega investido como capitán sin ese porte de estrellona a la que invitan su palmarés y su sueldo, sin una metedura de pata fuera del campo en siete años de carrera, con el suficiente mundo como para aliviar conflictos de convivencia, con la cota de popularidad perfecta para maridar a la grada con el equipo. Con Iker, la España del tiqui-taca trabaja con red.

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