El Madrid repite en el Trofeo Carranza

Después de muchos años de ausencia, el Madrid compareció el año pasado otra vez en el Carranza. La ilusión fue mayúscula, y la decepción también. En aquel berrinche (el Madrid fue cuarto después de dar dos sainetes) empezó a fraguarse el malquistamiento entre Capello y la afición, que ya duró toda la temporada y no curó ni el título de Liga. Cádiz no es cualquier cosa. No lo es porque no lo es, porque por aquí han entrado mil buenas influencias en la Península, y no lo es para el Madrid porque la ciudad y su entorno están llenos de madridistas, y su decepción fue un poco para todos.

"Volveremos", dijo Calderón, como McArthur al salir derrotado de Filipinas. Y aquí está el Madrid, para enfrentarse esta noche al Betis. Es otro Madrid, se supone que con otra intención, aunque a Schuster le tembló un poquito la mano al escribir su primera alineación oficial el sábado, en Sevilla, y eso ha mosqueado bastante. Pero puede haber sido un pecadillo aislado. Para esta noche se espera otra cosa, aunque todo lo que se haga irá un poco condicionado aún por el reparto de esfuerzos de la pretemporada y por la expectativa del partido del domingo ante el Sevilla, que Schuster tiene que cuidar.

Y no lo va a tener fácil Schuster. Al Valencia lo vimos ayer golear, y el Sevilla el sábado pisó fuerte. Si el Barça templa los egos volverá a ser tremendo. El Atlético ha hecho un equipo muy bonito por la parte de adelante. El Madrid pega ahora su segundo volantazo en doce meses: del florentinato galáctico al áspero fútbol de Capello, y ahora al tiqui-taca que propone Schuster, con las incorporaciones que van llegando poco a poco, entre una impaciencia que va agotando la ilusión. Y a todo esto, importantes o no, van cuatro derrotas. El Madrid necesita ya ganar partidos. Y ganar el Carranza.

Lo más visto

Más noticias