Copa América: fútbol para el trasnoche

El fútbol es una correa sinfín. Apenas se apagan los ecos de la final de Copa cuando ya tenemos aquí la Copa América, la Eurocopa de los americanos, para entendernos. Antes eran sólo los suramericanos, pero ahora acuden también México y Estados Unidos por la otra gran confederación americana, la CONCACAF. Parece que nos coja a trasmano, pero no tanto. Primero, son países parientes de lengua y de raza, y luego, que allí veremos a muchos de los que nos ilusionan aquí cada domingo: Arango, Matías Fernández, Messi, los Milito, Acasiete, Forlán... Esos, los que me olvide, más los que vengan.

Digo los que vengan porque allí pescan mucho nuestros clubes, que mandarán observadores y negociadores. Los horarios son tardíos (un partido en la medianoche y otro de madrugada) pero los calores y las vacaciones permiten verlos, sobre todo el primero, que da Canal + en directo. El otro, el de la madrugada, se emite el día siguiente a las tres de la tarde. Y todos en directo en Canal + 8. Fútbol de otro continente, con otro estilo. En su copa, los americanos son más americanos que en el Mundial: más técnicos, más imaginativos, menos agobiados por las pizarras y las prisas a que les obligan los europeos.

Se juega en Venezuela, que viene creciendo. Hace nada era la Cenicienta de allí. Ahora ha llegado a ganarle a Colombia fuera, sus equipos prosperan ya en la Copa Libertadores y sus selecciones inferiores hacen buen papel en la región. Venezuela vibra en torno a Arango, las ciudades compiten por tener el mejor estadio y en Barinas excita el morbo el partido que ha de jugar allí Estados Unidos, porque en esa ciudad creció Hugo Chávez, el hombre que recoge de manos de Castro la antorcha del 'antigringuismo' latino. Copa América, en fin. Por cierto: la única que Maradona nunca ganó.