¿Y por qué esto se juega el sábado?

Hoy es el día. El Madrid visita al Zaragoza, el Barça recibe al Espanyol, el Sevilla visita al Mallorca. En los dos últimos partidos sólo uno de los contendientes tiene algo que ganar o perder. En el primero, los dos. Pero no hay que pensar que por eso los partidos no sean igual de íntegros. Cada uno hace lo que puede, por necesidad, por la prima de un tercero, por la vergüenza torera de todo deportista cada vez que sale a la cancha, que es lo principal. Tres partidos grandes en los que están en juego la Liga más uno de los puestos de la UEFA, que el Zaragoza disputa con el Villarreal y con el Atlético.

La UEFA, decía. Y el descenso también está por resolver. Una jornada con mucha miga, una jornada que se juega de forma muy apretada tras los partidos internacionales. Futbolistas de varios equipos regresan tocados o cansados. Y ¿por qué se juega hoy y no el domingo? Las teles, dicen. ¿Qué teles? La Sexta y las autonómicas asociadas a su contrato tenían reservado el Zaragoza-Madrid para hoy, sábado, sí, Canal + tenía reservado el Barça-Espanyol para el domingo. Y la jornada oficial es el domingo. ¿Quién hubiera perdido algo en caso de jugarse todo esto mañana en lugar de hoy? Pregúntenselo.

En fin, alguien ha meado más largo que otros, a favor de la falta de autoridad de Villar y Astiazarán. En Zaragoza, partido estelareso va a pesar especialmente. Sergio García no estará, Beckham llega tocado, a Gabi Milito le hubiera venido bien un día más. En Zaragoza y en todas partes un día más hubiera hecho mejor esta jornada decisiva. Pero, con día más o con día menos, lo que hay es lo que hay: la necesidad ganar. Eso es el fútbol: ganar, ganar y ganar y volver a ganar. En invierno y en verano, con lluvia o con calor, con descanso o sin él. Si se quiere la Liga, hay que ganar siempre. Y sobre todo hoy.

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