El ciclismo tras la Operación Puerto

El ciclismo se despereza en la primavera. Todavía no han arrancado las grandes rondas, pero ya va habiendo actividad intensa y alguna campanada importante, como la Milán-San Remo, ganada por Freire. Para los españoles es la primera temporada tras la Operación Puerto, aquella redada que dejó en evidencia a Eufemiano Fuentes, Manuel Saiz y Vicente Belda, entre otros. Luego ha tenido un desarrollo equívoco, porque el juez archivó la causa por no encontrar delito. El archivo de la causa está recurrido. Así que las espadas están en alto, pero en ese equívoco se mueven algunos para razonar a su conveniencia.

Y es un error. Haya o no, al final, condenas por delito contra la salud pública, lo que conviene dejar en claro es que la Operación Puerto confirmó la existencia de al menos una red de doping en el ciclismo y señaló a sus culpables. Que extraer (con su consentimiento) sangre a los ciclistas y almacenarla con el presunto fin de enriquecerla para luego volvérsela a inyectar sea o no delito contra la salud pública es algo discutible. Pero de las intenciones de tal práctica creo que nadie puede tener duda. Y tampoco nadie debe tener duda de que la sociedad no tolera un ciclismo así. Lo rechaza.

Ahora Basso anda en un sí eso no es, diciendo pero callando. En todo caso, el Giro va a empezar sin él. Ullrich también está fuera. Chocante: la Operación Puerto se desarrolló aquí pero los grandes damnificados son de fuera. De eso nos acusan por ahí, cuando ven al Relax cargarse de convictos, o la pretensión de Echavarri de inscribir a dos implicados en el Giro. (¡Ay Echavarri!). Hay en este país un cierto despiste (a veces interesado) sobre por este asunto. Por suerte, los organizadores de la Vuelta no tienen ese despiste. Para ellos el ciclismo sólo tiene un camino. Como Tour y Giro, apuestan por el agua clara.

Lo más visto

Más noticias