Calderón ya tiene su primera Copa

Cayó el Valencia ante el Chelsea y nos dejó un poco chafados. No fue la mejor noche del Valencia, hay que reconocerlo. Quizá pretendió en exceso recostarse en el 1-1 de la ida, y más a partir del gol de Morientes,y acabó por dejarle el campo y la iniciativa al Chelsea. Y como el Chelsea es mucho equipo al Valencia acabó por ocurrirle lo que al camarón que se duerme, que se lo llevó la corriente. Nos quedamos sin representante en la Champions a la altura de las semifinales, y me sabe mal, porque creo que ese no es el nivel de nuestro fútbol. Al menos nos queda el Liverpool, que es un poquito español.

Y nos queda el buen premio de consolación de la Copa ULEB, una alegría que el madridismo esperaba con ansia. Son muchos malos rollos y muchos fracasos, sobre todo lo primero. La ULEB viene a ser lo que la UEFA en fútbol. O sea, la segunda Copa europea en el segundo deporte. Pero es una Copa europea que el Madrid suma a sus ocho copas de Europa absolutas, a las cuatro de Recopa y a su Copa Korac, y así completa una colección única. Y para los más leales permite una visita a Cibeles (alguno habrá tenido que poner el GPS, de tan olvidado como estaba el recorrido) y la recuperación del orgullo.

Calderón puede estar contento, al menos unos días. En fútbol el equipo está enganchado a la Liga. En baloncesto ha ganado un título europeo, es líder en la Liga y fue finalista de Copa. Me pregunto si esto da para que cese la intensa cacerolada con la que sus adversarios derrotados (náufragos descolocados del florentinato en su mayoría) tratan de aturdir a la opinión pública. Estas cosas nunca habían pasado en el Madrid. Tampoco había pasado que el alcalde de la ciudad no hubiera recibido al presidente del Madrid tras ocho meses de mandato. Hoy le recibirá por fin, supongo. Con una Copa.