La mejor defensa es un buen ataque

Bueno, pues tiene que ser hoy. Hoy y en los partidos sucesivos: ganar, ganar, ganar y ganar, y volver a ganar, y ganar otra vez, como dijo Luis en aquella célebre letanía. Respaldo va a tener: la afición intenta creer en este equipo, y ya se vio en el Mundial, a pesar de las decepciones sucesivas. La Selección es la Cenicienta de nuestro fútbol, que goza de una gran Liga porque este es un país comprador de futbolistas y se da el lujo de traer a los mejores. Pero esos fenómenos que tradicionalmente han hecho unos grandes clubes españoles ya no pueden jugar en la Selección. Juegan otros, que son buenos, pero no tanto.

La afición empuja y ya se sabe que va a llenar el Bernabéu. A pesar de la hora, que hace que cuando vamos a ver a la Selección salgamos de casa un día y regresemos el día siguiente. A pesar de que no esté Raúl, cuya ausencia ha dejado de ser un sobresalto para convertirse en algo natural. A pesar de que se anuncie como suplente a Torres, otro ídolo de la ciudad, que cede su plaza ante la evidencia de la mayor capacidad goleadora de Morientes, un veterano que durante años le ha cedido su plaza, pero que ahora la recupera. Goles son amores y no buenas razones, y Morientes es mucho más resolutivo.

Habrá ambiente, habrá ganas, ¿habrá equipo? La defensa, comentaba ayer, es de riguroso estreno y el valor de sus individualidades no es entusiasmante. Pero la mejor defensa es un buen ataque y con los que esta noche salen no es difícil recitar una delantera de las de antes: Villa, Iniesta, Morientes, Xavi y Silva. Jugadores buenos, rápidos, que ven fútbol y que donde ponen el ojo ponen el balón. Detrás de ellos, Albelda, como émbolo hacia adelante y socorro hacia atrás. En la portería está el otro gran ídolo local, Casillas,que este sí que juega, convertido en joven capitán. Esperemos lo mejor.

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