Una de esas noches tremendas de Copa
El Barça viaja a Zaragoza sin Etoo. Un alivio para todos. El ambiente en aquella ciudad es muy malo para el camerunés. Su amago de retirada en respuesta a los gritos racistas dejó huella y la predisposición era tremenda. Como para temer cualquier cosa. Pero Etoo vuelve de una larga lesión y tras este partido el Barça tiene los viajes a Sevilla y a Liverpool, y luego la visita del Madrid. Mucha leña para la rodilla de Etoo. Aunque, eso sí, van el resto de titulares, lo que quiere decir que el Barça no renuncia a la Copa. Y el Zaragoza va a por ella con todo, porque es su competición favorita. Partidazo habemus.
En Valladolid esperan al Depor. Entre ambos equipos hay una rivalidad muy enconada, poco conocida por otros pagos, y que viene de una antigua reyerta en la Copa, precisamente, en los tiempos en que Hierro jugaba para el Valladolid. Los castellanos son superlíderes en Segunda y en Riazor manejaron el partido hasta el final, cuando se descosieron. Pero sueñan con el 3-0. Mendilíbar saca el segundo equipo, sí, pero es que ese equipo es el que le ha llevado hasta ahí en la Copa y en él confía. El Depor lleva siete suplentes: ¿confianza, desinterés, arrogancia? En todo caso, hay partido.
Sólo Osasuna parece entregado, ante el 3-0 de la ida. Sale un equipo débil. Schuster, por su parte, da más importancia a este partido que a la inminente visita al Bernabéu. El Getafe va a por la Copa. Y completa el cuadro ese apasionante Betis-Sevilla, en cuyas vísperas la directiva bética ha dado un pésimo nivel, para mi gusto, con eso de prohibir a Del Nido que acuda. Eso es dar carnaza al peor sector de la afición propia y envilecer las horas previas de un partido que pinta muy bien. Porque rodará el balón y se convertirá en la única verdad. La de hoy será una de esas noches tremendas de la Copa.