A mí sí me gusta nuestra Liga

Escucho cada vez con más frecuencia que nuestra Liga ha caído mucho, y no creo estar de acuerdo. Me parece que estamos tomando la parte por el todo. La parte en este caso son el Madrid y el Barça, que esos sí que están mal. El Madrid desde hace tiempo (y me temo que sin remedio a corto plazo) y el Barça desde que empezó la temporada. Un poco por las lesiones prolongadas de sus megacracks, otro poco por el conflicto de egos que empieza a desarrollarse allí. No hay nada más disturbador que el éxito, porque con él acaba la unidad y empieza a discutirse a quién corresponde más gloria.

Pero el Madrid y el Barça no son la Liga española, sino sólo su lujoso escaparate. Y el escaparate está mal, pero el resto no. El Valencia está de vuelta, tras unos años de bache y una racha de lesiones en esta temporada que le ha impedido sumar los puntos que debía. El Zaragoza, aunque le falte un poquito en el medio campo, está mejor que en años pasados. Es un equipo con buen corte. Y el Atlético, pese al revolcón de ayer, ha subido un peldaño más en ese su lento retorno a la élite. Y el Sevilla es un equipazo. Y en lugares como Huelva o Getafe se disfrutan alegrías desconocidas hasta ahora.

Pero quiero detenerme en el Sevilla, que acaba de dejar una exhibición en Canal +, más de medio partido con diez. Un equipo con buen fútbol y además con velocidad. Hacer las cosas bien es difícil, hacerlas bien y deprisa es muchísimo más difícil. Juande busca sobre todo jugadores rápidos, pero eso no es sinónimo de atolondrados. Van deprisa, pero saben hacia dónde van: van hacia Kanouté, esa perla que el Sevilla sacó del fútbol inglés de nivel medio y que ha convertido en una megaestrella. Dieciocho goles. Va camino de la Bota de Oro. Equipazo. Jugadorazo. No hagamos de menos nuestra Liga.

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