Etoo se ha metido en fuera de juego

Etoo se ha metido en fuera de juego, y cuando antes salga, mejor para él. Recuerdo cuando soltó aquellos improperios contra el madridismo "¡Madrid, cabrón, saluda al campeón!" y recuerdo también la rapidez y el acierto de su rectificación. Se despertó la mañana siguiente, leyó la prensa, llamó a un par de amigos de Madrid, comprendió que había metido la pata y convocó a la prensa para rectificar. Y lo hizo sin reservas, sin dobleces, de una forma ejemplar. Pues lo mismo debería hacer ahora, porque ha vuelto a meter la pata. Sólo que ahora no ha ofendido al Madrid, sino al Barça.

Creerá tener sus razones, pero es difícil entenderlas. Primero, que a él le pagan por obedecer al entrenador. Específicamente por eso. Segundo, que Rijkaard ha dejado fuera de las citaciones a Gudjohnsen para abrirle poco a poco un sitio a él, consciente de que aún le falta mucho para estar recuperado. Tercero, que la prioridad a Messi es muy entendible: también vuelve de una larga lesión, y aún no había gozado de esos primeros minutos de retorno de los que Etoo ya disfrutó en Pamplona. Y cuarto, y no por ello menos importante, que el público del Camp Nou (como todos los públicos) merece un respeto.

Bueno, es una equivocación, sin más. Otros lo han hecho. Sin alejarme de Madrid recuerdo a Morientes que, por cierto, en esa ocasión dejó que se le colase Portillo por delante para año y medio. Una equivocación sin más, decía. Se rectifica, se pide perdón, se pone buena cara y se sigue. Etoo, queda dicho antes, ya sabe cómo hacerlo a las mil maravillas. Encastillarse en una postura de despecho es un error fatal. Porque en el Barça, como en todas partes, todos son necesarios y ninguno es imprescindible. De allí se fueron Samitier, Kubala y Cruyff y el club siguió adelante. También podrá vivir sin Etoo.