Con dos argentinos y ningún inglés

Lo decía Bernabéu y no pude evitar recordarlo ayer: "Cualquier gran equipo debe tener dos argentinos y ningún inglés". Y no es que Bernabéu hiciera de menos al fútbol inglés, que admiraba, pero veía a sus jugadores poco exportables por su pertenencia a un fútbol tan distinto. No es ése el caso de los argentinos, cuyo fútbol se adapta a todos los soles. Y anoche, con Beckham en el palco, sometido a una especie de chocante 'mobbing' de millonario, y Gago e Higuaín abajo, en el campo, el Madrid ganó, espantó fantasmas y recuperó el aliento. Con dos argentinos y ningún inglés.

Me parecen buenos Gago e Higuaín, los dos. Pero lo mejor de todo ha sido la renovación del espíritu, una sacudida evidente, pero que no sabemos cuánto durará. Ya ocurrió tras el papelón del Madrid en Getafe, y duró varias semanas, hasta la noche del Recre. Ayer, el Madrid corrió horrores mientras pudo (que fue casi siempre), sorprendió al Zaragoza, al que volvió irreconocible, y gracias a eso y a las habilidades de algunos (sobre todo de Higuaín) se llevó el partido. Pero aún no ha conseguido el derecho a la calma. Todo lo que ocurre en el Madrid es un trueno, y bien se ve que a Capello le está afectando.

Lo digo por su peineta final a dos hinchas que le mortifican. Peineta enérgica, rabiosa. Enseguida pidió perdón y eso le honra, pero las disculpas no ocultan la realidad de que no controla sus nervios. Un veteranísimo como él tiene que estar muy desquiciado para reaccionar así contra dos hinchas de los que se ponen tras el banquillo (los hay en todos los campos) para que se les entienda bien lo que gritan. El Madrid cuelga de Capello, y necesita, ante todo, que este se temple. Por lo demás, ahí está el equipo, segundo (más o menos) y rejuvenecido. Ahora parece un equipo con hambre. Y al menos es otra cosa.

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