Con aires de semifinal del Carranza

La verdad es que viendo el partido entre el Betis y el Madrid tuve la sensación de ver una animosa semifinal de torneo de verano, del Carranza, por ejemplo. Dos equipos en construcción, agitados, con los entrenadores probando cosas, y sin que pareciera que hubiese demasiado en juego. El Betis, ya saben, sólo sacó a uno de los que ganaron al Celta en la Liga. Luis Fernández acaba de llegar, está en fase de estudio de la plantilla, sus jugadores quieren agradarle y hacen lo que pueden, pero el equipo estaba apenas pespunteado. La gente lo apoyó con ese alegre interés de los partidos de verano.

El Madrid también era nuevo. Y rejuvenecido. No podría decir que experimental, porque detrás de estos no hay otros, o al menos no hay otros que los puedan desplazar, así que habrá que tirar con ello. También un equipo apenas pespunteado, en el que las miradas las acaparaban los nuevos: Torres, Gago e Higuaín. Y estuvieron bien los tres. Pueden marcharse contentos 'sin presumir' como diría Luis Aragonés. Cumplieron, gustaron. Suficiente para ser nuevos y para como están las cosas. Dejaron la impresión de que pueden producir una influencia benéfica, en el juego y en el grupo. Algo es algo.

Lo malo es que no se trataba de un partido del Carranza, sino de un partido de Copa en enero, y estas no son fechas para estar de búsqueda. Capello, evidentemente, lo está. Hay que dar por perdido el trabajo de los meses pasados, y me temo que hasta alguno de los fichajes. Y hay que admitir que el futuro inmediato se construirá sobre un galacticidio doloroso y dañino para el prestigio del club. El partido apunta una mejora, es un primer paso, pero queda lejísimos de un equipo de verdad competitivo que responda a las expectativas históricas del Madrid y a cien millones gastados en refuerzos.

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