Los premios al Sevilla y a la liga italiana

Anteayer, la IFFHS (Federación Internacional de Fútbol, Historia y Estadística) entregó sus premios anuales. Me complace extraordinariamente el reconocimiento el Sevilla como mejor club mundial del año. Es un premio al esfuerzo y al buen hacer de un club de una ciudad de tamaño medio, que además comparte esa ciudad con un fiero rival. Tiene un mérito enorme haber crecido desde esa base hasta ganar la Copa de la UEFA, la Supercopa y este premio, que obtiene en el apartado más estadístico, más matemático, y por tanto menos opinable. En su caso se computan partidos y resultados.

Otros premios son más discutibles. Sin salir de aquí, me choca que Rijkaard sea elegido mejor entrenador, y eso que me parece muy bueno. Pero, dados los jugadores que tiene el Barça, y dado que el Sevilla sale mejor puntuado, ¿no será que el mejor entrenador es Juande, sin discutir por eso una alta clasificación para Rijkaard? Pero lo inaudito de verdad es la designación de la Liga italiana como la mejor del mundo. Precisamente la Liga cuyo campeón fue desposeído del título y descendido a Segunda por maniobrar con los arbitrajes. Como hicieron otros clubes, sancionados en mayor o menor grado.

¿Esa es la mejor Liga? ¿Seguro? ¿Qué quiere decir mejor? Hace tiempo que me llama la atención lo bien que se vende el calcio. Le reconozco sus virtudes, que las tiene, pero la mejor de ellas es la forma en que alimenta su prestigio, la forma en que se vende. Y en que vende. Vuelvo a la Juve. Se suponía que su descenso a Segunda sería una ocasión para otros de hacerse con sus figuras a bajo precio. Bueno: pues nos han colocado a Cannavaro y Emerson en el Madrid por 23 millones, y a Zambrotta y Thuram en el Barça por 18. Toma liquidación por derribo. Para vender y venderse sí que son la mejor Liga.

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