Diarra no necesita a Emerson

Sólo la presencia de Emerson sobre el césped hizo sospechar que realmente Fabio Capello dirigió al Madrid anoche. Porque fue un regreso al neoclasicismo, a los últimos años, a un equipo con pegada, ocasiones y alegría racheada, pero, a la vez, sin blindaje, con la guardia baja. El débil Dinamo de Kiev volvió a tener a Casillas por los suelos, mejorando su reputación y empeorando la de Cannavaro, confundido y descolocado. Demasiada ida y vuelta, debió pensar el técnico italiano.

Y llegados a este punto, ¿por qué no volver a reclamar a Diarra como mediocentro único? Sinceramente, no creo que el Madrid sufra menos con Emerson que sin él y a cambio ganaría un jugador de creación y le daría gusto a su público, que acepta mejor el sobresalto que el tedio. A ratos, incluso, podría juntar a Ronaldo y Van Nistelrooy, que apetece. Porque el malí es un futbolista imponente, con presencia, capacidad para cubrir campo, quite y buen manejo del pase corto, capaz de apañárselas sin compañía. Solo pasó años ahí Redondo y al Madrid le dio para dos Copas de Europa. "Estos son mis principios y si no les gustan, tengo otros", decía Groucho Marx. Podría repetirlo Capello.

Lo más visto

Más noticias