Que vayan a muerte a por el Pibito

Hace un año por estas fechas, el nombre de Javier Saviola comenzaba a sonar con fuerza en el mundillo españolista. Era una apuesta personal del presidente, apoyada y medio financiada por Sebastián Javier, el hombre que parece tener la llave de la caja fuerte externa de Montjuïc. La cuestión es que motivos políticos hicieron que el futbolista recalara en el Sevilla de Juande Ramos e hiciera que la pesadilla españolista en la Liga comenzara antes de que se iniciara la pretemporada. Ahora, con el paso de los meses, Saviola ha demostrado que puede jugar en cualquier equipo. Es más, puede ayudar a hacer grande a cualquier entidad de la Liga. Le costó meterse de pleno en el importante proyecto centenario del Sevilla, pero sus goles dejaron al equipo hispalense con la primera Copa UEFA de su historia en las vitrinas y con la participación en la próxima edición de la Champions League más cerca que nunca. Tuvo lesiones, pero al final consiguió esa regularidad de goles y partidos que todo delantero necesita. No pudo ser todo, pero el recuerdo que dejará Saviola en el Sánchez Pizjuán es realmente muy bueno.

Es por ese motivo que los dirigentes del club deben ponerse las pilas. Poder unir en un equipo a Raúl Tamudo, Luis García (se presume que con éste habrá culebrón este verano muy a nuestro pesar) y a Saviola sería tener dinamita pura para hacer explosionar el Camp Nou a las primeras de cambio, por ejemplo en la Supercopa de España, ¿no les parece?

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