La cafeína de Milosevic
El encuentro ante el Alavés propició que Osasuna sellara el primer tercio de Liga de manera espectacular, codo con codo con el intratable Barcelona. Los números no engañan y la mitad del trabajo ya está hecho. No hay duda. Ahora queda por saber cómo responderá el equipo tras este fulgurante inicio, si se dejará llevar -al igual que la campaña pasada- o por contra mantendrá las mismas efusivas intenciones. Y en este punto es donde se debe notar, y más que nunca, el 'efecto Milosevic'. Ése que mantiene despierto al más perezoso de los conjuntos, por relajada, silenciosa y calmada que sea la situación.
Sabido es que al delantero serbio le seduce la cafeína. Así, raro es el día en el que no alterne tragos de café con sorbos de coca-cola, una mezcla tan explosiva como común en los balcanes. Pero a la vista de los resultados parece evidente que sus efectos funcionan. Milosevic está que se sale y los rojillos se están aprovechando de esta hiperactividad. Algunos, como Moha, están tan revolucionados que el marroquí estampó su coche contra otro antes del entrenamiento de ayer. Tampoco es eso. Pero es que en Marruecos se lleva más el té a la menta. Y la teína, más suave, no es tanto del agrado de Savo.