Gerrard: el cuarto 'beatle' del Real Madrid

Decía Bernabéu que todo equipo ganador necesitaba tener dos argentinos y ningún inglés. No es porque hiciera de menos al fútbol inglés, que respetaba mucho (era devoto del Manchester) sino porque entendía que su excesiva nobleza le hacía ser presa fácil de los contrarios. Pero los tiempos han cambiado y ahora el Madrid empieza a tejer la red en torno a Gerrard como el gran fichaje del año próximo, para apuntalar la media, para cubrir ese puesto que le estaba destinado a Vieira y que finalmente ha quedado en manos de Helguera, con un aire como de préstamo. Con Gerrard ya serían cuatro los ingleses en el Madrid de Florentino.

Nada que oponer. Aquellos años de Bernabéu quedan lejos y el propio fútbol inglés, tan cerrado antes en sí mismo, ha recibido ya tantas influencias que para reconocerlo como era hay que descender a la First Division, la segunda división de allí, o más abajo. En la Premier League los extranjeros abundan tanto desde hace ya algunos años que el jugador inglés se ha ido picardeando a la fuerza. Sigue manteniendo un respeto al juego que le hace repugnantes algunas actitudes de sus colegas de fuera (sobre todo fingir dolor cuando no lo hay, tirarse a la piscina, perder tiempo o complicar al árbitro), pero ya sabe moverse entre esas cosas.

Y Gerrard es un gran jugador. Un torbellino en el centro del campo, donde corta, juega, toca y llega. Buena pareja con Beckham, aunque hay que advertir que entre ambos definirán para el Madrid un estilo rápido y directo, con poco gusto por la elaboración lenta y pausada. Algo muy lejano de aquel fútbol de Redondo, al que muchos madridistas se acostumbraron durante años (la jugada aparece sola, no hay que precipitarla, sería su formulación). Los ingleses son ingleses y con ellos va el juego dinámico y directo. Pero Florentino no era redondista. Lo primero que hizo fue venderlo. A él le gusta el fútbol más rápido y directo.

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