La fastidiosa irrupción de Abramovich

Carvalho fichó por el Chelsea. Era el central deseado por Camacho y su rapidez y estilo habían convencido a Florentino. Pero Abramovich altera el mercado y lo que Florentino entiende que son los precios justos por los jugadores han dejado de serlo. Todo podría haberse quedado en la colosal racha de desembolsos del año anterior, como extravagancia de primerizo, pero Abramovich insiste en su línea. Al pagar 20 millones por Ferreira, lateral, ya avisaba de que seguía en las mismas. Ahora ha pagado 30 por Carvalho, como pagó 39,5 por Drogba, 13 por Cech, 12 por Tiago,7,5 por Kezman, 18 por Robben y hasta 7,5 por la libertad de Mourinho.

En total son 147,5 millones, más que Madrid, Manchester, Arsenal, Milán, Inter, Bayern, Juventus y Barça, todos juntos. Tiene el dinero por castigo y su forma de manejarse no tiene nada que ver con las leyes del mercado en las que hasta ahora se movía esto, y sobre las que Florentino había construido su estrategia. Así que tendrá que rectificar el tiro. Ya lo hizo, renovando en largo a Ronaldo y Zidane primero, y a Roberto Carlos después. Ahora quizá se vea obligado a hacerlo de nuevo, pagando por Vieira una cantidad mayor que la que hace sólo un año pagó por Beckham. Porque lo cierto es que Camacho sigue pidiendo más gente atrás.

No es lo mismo defender en el Roma que en el Madrid, había dicho Helguera hace unos días. Ya en el primer partido de Samuel se notó esa diferencia. Con campo por delante y con las alegrías de Roberto Carlos a la izquierda (le entregó un balón comprometidísimo que se quitó de encima como pudo), Samuel no dio una gran impresión, ni mucho menos. Carvalho hubiera venido al pelo a su lado, por su rapidez y su clase para sacar el balón. Ya no podrá ser y el objetivo se ha rebajado a Coloccini. Mientras, Emerson se va por fin con Capello. Así que todo conspira para que Florentino tenga que gastar un dinero importante en Vieira.