El Barça aún paga el trauma de Figo

Cuando Figo se marchó al Madrid, Gaspart se quedó atónito. Para empezar, se gastó todo el dinero de la cláusula en fichajes que, todos juntos, no rindieron ni la cuarta parte de lo que rendía Figo. Para seguir, les pagó a Rivaldo y a Puyol cantidades excesivas, por miedo a que tomaran el mismo camino que el portugués. Figo coqueteó con Florentino (coqueteo que acabó en feliz matrimonio, contra todo pronóstico) porque en el Barça no le hacían las mejoras de contrato que él creía merecer. Así que para que no hicieran lo mismo, Gaspart se gastó en Rivaldo y en Puyol mucho más de lo que él y Núñez le habían negado meses antes a Figo.

Con Rivaldo ya se sabe lo que ocurrió: entró en decadencia, sacudido por los años, las lesiones y los viajes con su selección, y su supercontrato se convirtió en una pega más a la hora de colocarlo. Ruina para el Barça. Respecto a Puyol, se le firmó también un contrato elevadísimo, que ahora se quiere ajustar a la situación real del mercado, pero el jugador no traga. Carta en mesa es carta presa, viene a decir, y reclama que se le respeten sus 5,3 millones de euros al año más los 24.000 por partido jugado. Un referente descomunal en una plantilla en la que Puyol es referente por muchas razones, pero de la que no es la estrella.

La estrella es Ronaldinho, que cuando se enteró de lo que otros ganaban en el Barça se mosqueó bastante. Se encontró con que era el quinto jugador mejor pagado de la plantilla. Nada que ver con su importancia real. Aunque este verano le han mejorado, el Barça necesita, por razones de equidad y porque el dinero no le llega, hacer un descreste de sueldos. Esa revisión salarial es lo que ya ha dado con Cocu fuera del club, lo que tiene enfadado a Puyol y lo que coloca a Kluivert y Saviola en una situación equívoca, porque a estas alturas todavía no se sabe si están o si no. Y todo por no mejorarle razonablemente en su día el contrato a Figo.

Lo más visto

Más noticias