Collina piensa en la Premier League

A Collina le tienta la idea de alargar su carrera en Inglaterra. Ha alcanzado la edad de jubilación de los árbitros en Italia, 45 años, pero en Inglaterra se les permite seguir en activo tres más. Collina es un buen árbitro, una verdadera estrella en lo suyo. Pero no estrella por su pretensión de llamar la atención, como hacen tantos y tantos, desgraciadamente, que más que el buen arbitraje lo que buscan es dar la nota. Estrella porque hace bien lo suyo. Respeta el juego, respeta a los jugadores y se hace respetar. Eso le ha dado la notoriedad propia de todo número uno y de ella se ha beneficiado legítimamente. Es el gran árbitro mediático.

Ahora le tienta la Premier League y a mí me gustaría verle ahí. Tanto porque es un hombre que hace bien lo suyo como porque encuentro que la edad de jubilación de los árbitros es un error. Debe ser la decadencia física (medible en pruebas físicas y médicas) lo que determine la retirada, no los años. Si aplicáramos ese criterio a los futbolistas, hace algún tiempo que hubiéramos jubilado a Carboni, por ejemplo, lo que además de un error sería una injusticia. Pero es que además pienso que con Collina se puede iniciar el movimiento de árbitros de unos países a otros, cuestión que tiene que resultar positiva para el conjunto del fútbol.

Hace tiempo que se ha tratado la idea, pero la visión un tanto cerrada de sí mismas que tienen las federaciones (que suelen retener las competencias arbitrales frente a las ligas profesionales) lo ha impedido. Cada país se limita a su propia clase arbitral que, salvo las esporádicas salidas internacionales, se convierte en un mundillo cerrado, donde imperan determinadas manías que van haciendo que el reglamento, único su origen, se fragmente en la práctica por matices en su aplicación. Con la movilidad de los árbitros se corregirían manías y caciqueos. El reglamento volvería a ser uno. Y todos saldríamos ganando.

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