Contra cerrojo, paciencia y talento

Lo decía el Niño Torres anteayer, con cara de preocupación: En el fútbol de hoy, saber a lo que juegas es fundamental, y ellos saben a lo que juegan... Ellos, claro, son los griegos, que esta noche sabrán a qué juegan: a esperar. Que inventen ellos, se dirán. Y a nosotros nos tocará inventar. Grecia tiene los tres puntos de Portugal y mira con ojos golosos su último partido, contra los rusos. Que para entonces estarán, muy probablemente, eliminados. Así que en las cuentas de los griegos cabe un empate hoy. En las nuestras, no. Empatar hoy sería llegar a la última jornada con cuatro puntos y Portugal jugándose el todo por el todo ante su gente.

Así que hay que ir a por el partido, pero ¿con qué riesgos? Esa es la cuestión. Y ¿cómo? Eso es lo que Sáez no quiere contar. Grecia juega en función del rival, afirma, y es verdad. Así que mejor no dar pistas. Esta vez no vamos a conocer el equipo con antelación, pero eso no significa que Sáez no lo tenga pensado. Se trata de que los griegos no puedan conocer previamente nuestro equipo que, ya es sabido, puede presentar dos caras: la del duro fajador (con Baraja, Raúl, Morientes, equipo de partida ante los rusos) o la del fino estilista (con Xabi Alonso, Valerón y el Niño Torres). O una mezcla de ambos, un poquito de esto, un poquito de aquello.

Supongo que en la decisión final se reconocerá más al fino estilista que al duro fajador. Contra el cerrojo, lo menos útil es percutir y percutir. Lo mejor es manejar la paciencia y el talento. O sea, Xabi Alonso al mando, mezclando juego corto y largo, esperando a que la jugada aparezca sola, sin precipitarla. Y Valerón para meter el balón por el ojo de una aguja... ¿a quién? ¿A Morientes, a Raúl, al Niño Torres? ¿O probamos con el Niño y Raúl y dejamos a Valerón para más tarde? Eso es lo que Sáez no nos dice, para que los griegos no dispongan los antídotos. Yo confío en que acierte, porque hay calidad para varias buenas combinaciones.