Sumido en una mediocre temporada en la que el ilusionado David Gallego ha logrado levantar levemente la desidia, al Espanyol ya solo le queda el maquillaje.
Roncero se agarra a la necesidad de ganar al Barça para que no termine la Liga invicto. Quitarles ese registro le consuela. Mucho.
Hernández Hernández tiene uno de los Clásicos más plácidos de arbitrar o al menos sobre el papel. La dificultad es más mediática que otra cosa.
El Madrid quiere vengar la mancha que el Barça le hizo en la aventura liguera mientras que el Barça se quiere desquitar de Roma… ante el Madrid.
Si nos encontramos en “la guerra”, en el fútbol así se expresa la rivalidad deportiva, el míster galo no duda en entrar en la pelea y hace respetar a su club y a sus jugadores
VILLARREAL 1 - VALENCIA 0