Al Espanyol le queda el maquillaje
Sumido en una mediocre temporada en la que solo el relevo de un gris Quique por el ilusionado David Gallego ha logrado levantar levemente la desidia, al Espanyol ya solo le queda el maquillaje. El que le supondría ser el primer visitante en llevarse los tres puntos del Wanda Metropolitano, como ya lo hizo con la racha del Atlético a domicilio o, en su momento, con la condición de invicto del Athletic en el estreno del Nuevo San Mamés. Al fin y al cabo, también este Espanyol ha derrotado a Barcelona y Real Madrid.
Pero esa etiqueta de ‘matagigantes’ ni siquiera le basta a un equipo incapaz de superar a rivales directos, aunque cabría preguntarse cuáles eran sus adversarios, en un proyecto que se dirigía a Europa y que ha acabado echando cuentas por una permanencia que es matemática desde hace solo una semana. Maquillaje también sería ganar hoy en un curso desastroso lejos de Cornellà, un estadio que ahora Sánchez Llibre califica de su “mayor error”, a pesar de que le ha dado al Espanyol el 68% de sus puntos. Y maquillaje, sobre todo, necesitará la tesorería, pues para que Chen empiece a recuperar su inversión habrá que vender. Y ahí aparece Gerard. Él no necesita maquillaje para brillar. Como insinuó ayer Gallego, habrá que disfrutarlo mientras dure.