Erradicar el racismo va a costar, máxime cuando algunos clubes todavía coquetean con algunos grupos de delincuentes que tienen en sus gradas.
PorJesús Gallego
Mirko Calemme
Aimara G. Gil
Página1
Erradicar el racismo va a costar, máxime cuando algunos clubes todavía coquetean con algunos grupos de delincuentes que tienen en sus gradas.
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