Marco Asensio

El italiano no es partidario de apretar al club con inversiones que luego se pueden volver en su contra. Mira el jamón que hay sobre la mesa y, entre plato y plato, le llega alguno de caviar.

Llama por sorpresa a Gavi, canterano del Barça, cuando podía haber llamado a Miguel Guitérrez canterano del Madrid y, sobre todo, a Marco Asensio.

Los años han pasado y las previsiones teñidas del color de la esperanza sobre el futuro de Asensio han desembocado, no en las marismas del fracaso, pero sí en la tierra de la decepción.

Hace unos meses imaginar un Madrid en el que no estuvieran ni Modric ni Kroos ni Casemiro hubiera sido enfrentarse al abismo, hoy casi apetece seguir viendo rostros nuevos en el medio.

Impulsado por los jóvenes y la desastrosa defensa del Mallorca, el Real Madrid se dio el primer festín de la temporada. Asensio pide a gritos jugar por dentro; Ancelotti se lo concedió esta vez.

La luna de miel de Ancelotti con el Madrid suma días felices y no para