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F1 | ABU DHABI

Alonso se pasa por la F1 para estrechar la mano en McLaren

Un año después de su adiós, el asturiano tiene compromisos Abu Dhabi en calidad de embajador de McLaren. Es el tercer GP al que asiste esta temporada.

Abu Dhabi
Fernando Alonso.
Marco Canoniero

De visita, en calidad de embajador de McLaren, para estar presente en cenas con patrocinadores y, básicamente, estrechar la mano a unas cuantas personalidades de las que se pasan por el ‘hospitality’, que son muchas este fin de semana. Así ha llegado Fernando Alonso a Abu Dhabi, último gran premio de la temporada y donde hace un año dijo adiós a la Fórmula 1. El asturiano voló el miércoles directo desde Madrid, donde asistió al empate a dos frente al PSG, y acude al trazado de viernes a domingo. Ya la próxima semana se marchará hacia París, donde tiene que recibir el trofeo de campeón del mundo de Resistencia (2018-19) en el Salón de la Fama y la gala de la FIA. Será su cuarto título mundial sumado a los dos de F1 (2005 y 2006) y el de kárting (1999).

Llega un buen fin de semana para McLaren, dos semanas después de su primer podio en seis años (ya visitó la fábrica junto a Fittipaldi inmediatamente después del GP de Brasil). Además es un gran premio relevante para los accionistas de Woking, pues Bahréin, país titular de la mayoría de participaciones, está a menos de una hora de vuelo de Abu Dhabi y la plana mayor está presente en el ‘motorhome’. También se dejó ver por el garaje en los segundos entrenamientos libres, como hizo en sus dos anteriores visitas esta temporada, Bahréin (allí se subió al coche en los test) y Monza.

Tuvo ocasión para charlar sobre el desierto con Carlos Sainz o saludar a Edo, su fisioterapeuta que también lo es de Kubica. Visitar a viejos amigos, conversar con la prensa y tomar el pulso al campeonato en el que ha pasado su vida durante las últimas dos décadas. Aunque hay mucha vida fuera de la F1, y también muchos retos. Ha sido un año provechoso, recuerda, con el título del WEC y las victorias en Daytona, Sebring, Spa y Le Mans, más el intento inconcluso de Indianápolis. Y además hay un Dakar en el horizonte, cada día más cerca. Aunque con el constante runrún que le acompaña a cada paso, y con la relevancia de todas sus declaraciones, a veces parece que nunca se ha marchado de la Fórmula 1.