Análisis McLaren MCL33: un concepto erróneo sin solución
Andrea Stella, director de rendimiento, y Simon Roberts, director de operaciones, detallan el Mundial de F1 2018. "Muchos cambios no habrían funcionado".
Y dos meses y cinco días es el lapso que falta para que el McLaren MCL34 ruede por primera vez en el Circuit Barcelona Cataluña y los ingenieros de Woking descubran si han resuelto el problema fundamental que presentaba el coche de 2018.
Australia, Bahréin, China, Azerbaiyán y España. Hasta la quinta carrera y con un bagaje de 36 puntos, la escudería británica no consiguió instalar en el coche las mejoras aerodinámicas que habían ideado para la cita inaugural en Albert Park.
Una enrevesada situación que derivó en las dimisiones de Eric Boullier y Matt Morris y la decisión de utilizar los entrenamientos libres del viernes para identificar en septiembre que las turbulencias generadas por los neumáticos delanteros en curva lenta eran la gran debilidad del monoplaza: "Que los neumáticos delanteros sean más grandes producen más turbulencias respecto a 2017. La principal tarea de la aerodinámica hoy en día es controlar estas turbulencias. Éste es también el secreto de los mejores equipos. Cualquiera que logre controlar mejor la fuerza aerodinámica en las curvas estará en una categoría diferente. En curvas rápidas nuestro coche no estaba tan mal. Desafortunadamente, hay cada vez menos curvas rápidas. Nuestra debilidad fue principalmente en curva lenta y esto es muy difícil de simular en el túnel de viento. Hemos llegado a los límites de lo que pueden hacer un túnel de viento y una simulación de CFD", señala Stella.