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Bleeding Edge

Bleeding Edge

Hoja sin afilar

Bleeding Edge, análisis

Analizamos el primer título de Ninja Theory como parte de la familia de Xbox Game Studios. Este experimento multijugador no logra afinar la puntería.

Actualizado a

La compra de estudios por parte de la división Xbox comienza a dar sus frutos. De esos grandes nombres que su base de usuarios demanda, también hay lugar para pequeños proyectos. Proyectos de largo recorrido que sirven para aumentar el empaque de titulares first en Xbox Game Pass. Ninja Theory da el primer paso en su nueva familia con Bleeding Edge.

Desde su anuncio el pasado E3, en MeriStation hemos experimentado su recorrido. De aquella build inicial en el escenario angelino, hasta la casi versión final durante el X019. En cualquier caso, y con el juego ya en nuestro hogar, repasamos si las buenas vibraciones de estos meses se confirman o, por el contrario, le queda margen por recorrer.

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Entre dos mundos

A estas alturas suena tópico explicar qué es Bleeding Edge. Sus inicios, narrados en incontables ocasiones por su directora, Rahni Tucker, fueron radicalmente opuestos a la fórmula final. Colocarse entre dos mundos, entre el MOBA y el Hack and Slash, resulta en un experimento que brilla cuando se exprime como se debe hacer: coordinados, atentos y perfectamente equilibrados.

El estudio propone un combate cuatro contra cuatro a través, por el momento, de dos modos de juego que ponen a prueba la comunicación de cada escuadra. Tanto Control de Objetivo como Recolección de Energía son reinterpretaciones de los modos por objetivos tradicionales. Los nuevos ingredientes pasan por aportar una selección dinámica, cambiante a lo largo de la partida ya no solo de los objetivos en sí, sino del mapa.

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Tener zonas de captura vivas y cronometradas le permite ahondar en las múltiples estrategias que el juego te lleva a aprender. En ese sentido saca su lado más MOBA, a la hora de elegir qué teamfight merece la pena disputar, cuándo pickear al healer para espantarlo… al mismo tiempo que tienes en cuenta los efectos del entorno sobre ellas.

Por ejemplo, en Depresión del Jersey, su mapa más conocido, un par de trenes cruzan aleatoriamente el mapa, incluso cuando las zonas de captura están habilitadas. Si te coge en plena captura, hará ganar unos puntos extra al rival. En este sentido la acción se siente fresca, sobre todo  en el modo de recoger núcleos de energía. Ocurre lo mismo que en el anterior, con la salvedad de que se divide en dos fases: una de recolección y otra de captura.

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No siempre es satisfactorio, especialmente cuando entras en el matchmaking sin haber montado una escuadra completa. La mayoría de usuarios no conocen (o no quieren seguir) las reglas del juego. Es habitual encontrar grupos enteros de DPS, o healers que se cambian de rol a mitad de partida y nos dejan improvistos de curación… no hay un meta establecido (de hecho, es algo de lo que quieren huir), y al haber una única cola de búsqueda hace que jugar en solitario sea una tarea casi imposible. En equipo es otro mundo.

11 héroes que dominar…

Bleeding Edge nos pone sobre una selección de 11 héroes disponibles: 5 DPS, 3 supports y 3 tanques. La tendencia de los personajes ofensivos, como suele ser habitual en esta vertiente, está presente. Esta división sobre el papel difiere completamente de lo que encontramos en su desempeño en el campo de batalla.

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En la práctica, los roles suelen ser moldeables. Un equipo con 2 tanques puede sobrevivir por sí mismo mediante el robo de vida de sus habilidades, incluso personajes como El Bastardo pueden desempeñar el papel de DPS a la perfección. Otros healers pueden hacer lo propio como tanques. Su etiqueta es simplemente una guía de su principal habilidad. Nos gustaría que hubiera más equilibrio entre personajes, como en el mencionado con anterioridad. Es demasiado poderoso por sí solo.

El recorrido durante las partidas nos reportará dos monedas. Unos engranajes naranjas nos permitirán adquirir elementos cosméticos tales como gestos, skins y pegatinas para la tabla. Por otro lado, las monedas azules pueden canjearse por modificaciones para los héroes. Cada uno de los personajes tiene en su haber hasta tres modificaciones equipados, pequeñas ventajas que mejoran sus capacidades.

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En la práctica no tienen mucho uso. Es decir, los mods predeterminados tienen la suficiente capacidad para no sentirte lastrado, y en ningún momento hemos necesitado cambiar. Recolectar estas monedas es lento, bastante de hecho, además de ser la única forma de progresar.

El gran problema de Bleeding Edge es la falta de profundidad en lo jugable. La curva de aprendizaje es escasa, en un par de partidas sentimos que hemos dominado las capacidades del héroe que manejamos. El bloqueo del objetivo facilita demasiado ciertas habilidades activas, como el gancho de Buttercap o los shurikens de Daemon. Con el apuntado, es difícil fallar; facilita demasiado las cosas. Eso sí, debemos ser justos. El control y la fluidez de los movimientos es casi perfecto. Se notas que ha sido depurado al máximo para tener control total de lo que hacemos.

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Para un título que vive del competitivo es esencial anteponer la habilidad por encima de cualquier ayuda. Lo veíamos por ejemplo con Halo 5: Guardians. Se multiplicaron las ayudas visuales con respecto a la vertiente clásica, mientras que en términos de gunplay se redujeron las ayudas al magnetismo de los proyectiles y autoapuntado, especialmente con mirilla de hierro. Hay concesiones, sí, pero en el balance gana lo que sabes hacer con el mando.

Aquí es todo lo contrario. Las sensaciones es que ya hemos tocado techo en todo el plantel disponible en tan solo una semana de juego. Tampoco nos deja motivos para seguir jugando debido a la ausencia de partidas clasificatorias. Todo queda supeditado a una cola social en la que ganar y… nada más. Su recorrido a largo plazo nos deja con muchísimas dudas.

Problemas de estabilidad

Durante los periodos beta solía ser frecuente encontrar problemas de conectividad. El famoso lag al que se le alude cuando un multijugador no funciona como debería. La versión final, lamentablemente, sigue el mismo camino. La mayor parte de las partidas cuentan con severos problemas en el entorno en línea que repercuten directamente en la experiencia.

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Un juego que necesita ser preciso en acciones no puede tener un código en línea nefasto. Jugar con personajes cuerpo a cuerpo en una partida que funciona medianamente mal es una auténtica odisea que echa por tierra todos los esfuerzos jugables. Cada uno de estos días durante su primera semana de juego ha estado lleno de problemas, teleports y retardo en los movimientos.

Choca frente a la parte técnica. En Xbox One X, los 60fps suelen ser la tónica de su framerate objetivo, salvo cuando hay estrés en pantalla en pleno combate entre los dos equipos. Caídas habituales y cierto stuttering en algunos momentos. Por fortuna, no tienen impacto en la manera en la que nos desenvolvemos

Conclusión

Bleeding Edge es lo que es: un experimento entre dos mundos que a veces luce el potencial de su propuesta. Sin embargo, hay problemas críticos que dificilmente pueden ser enmendados, como la escasa profundidad jugable. En un par de partidas sentimos que ya hemos dominado el personaje que controlamos. La curva de aprendizaje es demasiado leve, no engancha a seguir mejorando en un título que ni siquiera tiene modo clasificatorio, al menos de lanzamiento. La falta de contenido, sobre todo en mapas y modos de juego, es lo menor de sus debilidades. El código en línea es nefasto, la tónica habitual es encontrar partidas con serios problemas de conexión. Da la sensación de que estamos todavía ante una beta.

Lo mejor

  • Control depurado al extremo.
  • El modo de recolección de energía.
  • Jugar en equipos coordinados es otro mundo.

Lo peor

  • Código en línea nefasto. La mayor parte de las partidas tienen problemas de conectividad.
  • Escasa profundidad jugable.
  • Curva de aprendizaje casi inexistente.
  • Falta contenido por todos lados.
  • Al no haber clasificatorias, faltan motivos para seguir jugando.
6.8

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.