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MeriGuía de Compras Navideñas 2012, guía completa
¿Aún no tienes claro qué videojuego regalar estas navidades? No te preocupes. Como es tradición en MeriStation, te presentamos un recopilatorio de los mejores títulos publicados durante el año. Léelo y compra sin equivocarte.
Un año y medio después de su puesta en escena en el género de los masivos online, y tras 11 parches de jugoso contenido, RIFT acaba de recibir hace apenas unas semanas su primera expansión: Storm Legion. Y no una expansión cualquiera, no. Estamos, posiblemente, ante el añadido más grande que se ha visto hasta la fecha para un MMORPG: 10 nuevos niveles distribuidos en dos continentes que triplican el tamaño del juego original, 4 nuevas “souls” que multiplican las posibilidades del complejo y profundo sistema de clases, una nueva forma de enfocar el desarrollo y avance por cada zona del juego en lo que a misiones se refiere y, lo más importante, la vuelta del “housing” en forma de Dimensions, unas zonas que podemos personalizar a nuestro antojo al más puro estilo Minecraft y que devuelven al género uno de los aspectos sociales más olvidados de los últimos años. Su único inconveniente es que sigue sin estar traducido al castellano y no se va a distribuir en nuestro país en formato físico, pero si no os asusta un reto como los de antaño, con una ingente cantidad de contenido y en el que se premie al esfuerzo dedicado al personaje, RIFT junto a Storm Legion es la experiencia más cercana que vais a poder obtener hoy en día los que añoráis los tiempos de Everquest o The Burning Crusade. Uno de los mejores 'themepark' del momento, sin lugar a dudas.
Tras el poco más que discreto Far Cry 2, Ubi Soft ha intentado recuperar en esta tercera entrega el espíritu que estableció Crytek con el primer juego. Y vaya si lo ha conseguido. Far Cry 3 es uno de los mejores 'sandbox' que hemos podido disfrutar hasta la fecha, no sólo gracias a la ingente cantidad de cosas que podemos hacer en la isla paradisíaca donde se desarrolla el juego, sino también a lo divertidas y bien implementadas que están. Una magnífica historia de supervivencia extrema en la que no solo deberemos acabar con los piratas que han raptado a nuestros amigos, sino también, sino que también deberemos sobrevivir en un mundo abierto sin cargas intermedias cazando animales o mejorando nuestro equipo a través del sistema de creación de objetos. Hay distribuidos por todo el mapa cientos de puntos de interés en los que se premia tanto nuestra capacidad para planificar un asalto sigiloso como nuestra habilidad a las armas. Ambas formas de enfocar la acción son perfectamente válidas en Far Cry 3, y esa libertad lo convierte en un 'shooter' diferente a lo que estamos acostumbrados a ver hoy en día. Si a eso le añadimos un apartado visual de escándalo, que aprovecha la tecnología DirectX 11 para plasmar parajes de los que quitan el hipo, bien puede que estemos ante el juego de acción en primera persona del año en compatibles. Imprescindible.
Con las polémicas decisiones que Blizzard estaba adoptando con Diablo III, muchos habían girado sus cabezas hacia la alternativa de Runic con la segunda parte de Torchlight. No se trataba meramente de una cuestión de precio, sino que este título ofrecía un regreso a las esencias de Diablo II y además prometía mejoras en todos los elementos del notable primer juego, incluyendo el tan demandado modo multijugador y una campaña más larga y variada. Pero en realidad el valor de este juego va más allá de la comparación con Diablo, Torchlight II es ante todo un gran Hack’n Slash, con una fantástica producción, una gran flexibilidad para crear personajes, decenas de habilidades, hechizos, miles de configuraciones distintas, toneladas de equipamiento, una curva de dificultad bien definida y una buena capacidad para ofrecer un largo reto si decides avanzar por los distintos modos de dificultad o adentrarte en el modo hardcore. Es un juego de diseño clásico, con innovaciones y elementos novedosos pero que en muchos sentidos es más secuela de Diablo II que el propio de Diablo III, lo que paradójicamente hace ambos juegos muy compatibles, perfectamente aptos para jugar a la vez ya que ofrecen cosas bastante distintas dentro del género.
El regreso del Agente 47 impresiona desde el principio gracias a un nuevo motor que luce especialmente bien en un PC de gama alta, con bellos y detallados entornos que sirven de escenario para nuestros silenciosos -en teoría al menos- asaltos. Todos los elementos que han hecho grande a la saga están aquí presentes, con escenarios libres que presentan siempre diferentes modos de plantear nuestros asesinatos, haciendo además que sea difícil el disparar y correr ya que los tiroteos suelen ser fatales y es imposible escapar si eres localizado y no consigues zafarte de tus perseguidores. Podremos disfrazarnos para acceder a diferentes zonas de cada misión y deberemos investigar nuestros entornos y estudiar las rutas de nuestros objetivos para poder plantear el golpe perfecto, el que parece un desgraciado accidente y en el que nadie sospecha de que haya habido una mano humana detrás, el asesinato silencioso. Absolution también es muy rejugable gracias a los distintos modos de dificultad y al Modo Contratos que nos permite diseñar nuestros propios objetivos en los mapas para compartirlos con los demás y competir por los mejores resultados. Detalles como una gran banda sonora terminan de perfilar lo que es un gran paquete si disfrutas con los juegos de infiltración.
Decir que Dishonored ha sido una “sorpresa” es bastante discutible, ya que el potencial del juego de Arkane se veía venir desde hace bastante tiempo. Ya Bethesda se había dado cuenta de la calidad de este título de estilizados gráficos, comprando el estudio e incorporándolo a su creciente red de producción interna, mientras que externamente, cada vez que aparecía en una demostración jugable o un tráiler daba muestras claras de que iba a ser algo especial. Creado sobre los fundamentos de grandes títulos como Thief o System Shock, siguiendo la escuela de pensamiento dejada por Looking Glass, Dishonored es una aventura que destaca por la libertad que nos deja para romper las normas con las herramientas que el juego nos proporciona. Nuestra amplia gama de poderes nos permiten hacer cosas que desafían el diseño de niveles, nos permiten tomar atajos que los desarrolladores del juego ni siquiera conocen y nos invitan a encarar nuestros objetivos de la forma que queramos, siempre sabiendo que la brutalidad de nuestras acciones tendrán consecuencias en la trama. Un diseño impecable queda acompañado por un cuidado estilismo y una ambientación única e inolvidable, que hace Dishonored uno de los más serios candidatos a juego del año.