@mtovarnfl

Así los veo: previa NFL 2017 de los New Orleans Saints

Actualizado a 4 de agosto de 2017 22:16 CEST

Lo tengo que decir. No puedo evitarlo. Empiezo a sospechar que Sean Payton no es para tanto. Durante los 11 años que él lleva al cargo de los Saints no han bajado del top 5 de mejores ofensivas de la NFL. Sin embargo, solo han estado en playoffs cinco veces. Me diréis que han ganado una Super Bowl, pero os respondo que si analizo lo sucedido durante todo este tiempo solo se me ocurre una palabra: desperdicio.

Durante esos once años Drew Brees ha sido el quarterback de ese equipo. Un quarterback que tiene ya un sitio reservado en el Hall of Fame. Un tipo que un año lanzó para 5476 yardas. Un animal. Y también un tipo que tiene el récord de partidos con más de 300 yardas de pase (108) de la historia de la NFL, pero que ha perdido la friolera de 40 de ellos.

Por eso, a estas alturas ya no me fío. ¿Es Payton un gurú ofensivo o un tipo ni fu ni fa que ha vivido del talento de un quarterback prodigioso? ¿Por qué ha sido incapaz de montar una defensa consistente salvo en un par de ocasiones? Y en ese par de ocasiones ¿Por qué no supo mantenerla?

A Drew Brees le queda poca gasolina

Un año más, los Saints tendrán un ataque maravilloso, porque tienen un quarterback maravilloso. Y un año más tendrán una defensa que será lo que dios quiera. Pero con la triste certeza de que Drew Brees ya tiene 38 años y si de una maldita vez Sean Peyton consigue reunir una plantilla sólida y duradera ya no tendrá al quarterback perfecto con el que podría haber creado una dinastía invencible.

Durante muchos años he criticado a Drew Brees pensando que su alma de pistolero le ha llevado a lanzar el balón más de lo necesario. A no saber jugar con el reloj y empeñarse en duelos de quarterbacks cuando le habría bastado con controlar mejor los partidos. Incluso he explicado cómo el año en que tuvo menos protagonismo, y funcionó mejor el juego de carrera en Nueva Orleans, fue justo el año en que la defensa pasó menos tiempo en el campo y ganaron la Super Bowl. Pero ahora, visto con perspectiva, empiezo a pensar que Brees hacía lo que hacía simplemente porque era lo único que podía hacer ante la incapacidad de su entrenador para sacar provecho del talento que tenía alrededor. En poco tiempo saldremos de dudas. En cuanto Brees se retire. A partir de ahí tendremos a un Sean Payton desnudo que tendrá que demostrar muchas cosas si quiere sobrevivir. Veremos.

Sin Brandin Cooks, con Adrian Peterson

El grupo de receptores ha empeorado. Un grupo que pierde a Brandin Cooks solo puede empeorar. Es verdad que ya tienen a Michael Thomas para hacer ese trabajo después de una temporada monstruosa como rookie. También es cierto que Willie Snead es un número dos solvente. Incluso Coby Fleener como tight end puede ser peligroso, aunque sigue sin alcanzar las expectativas. Y hasta Brandon Coleman puede ser letal en manos de Brees. Pero el fichaje de Ted Ginn para sustituir a Cooks suena broma y toda la historia solo es la confirmación de que la gestión de salarios en los despachos de Nueva Orleans deja que desear en los últimos tiempos. Siempre en el límite y con muy poco margen de maniobra durante la agencia libre.

Los Saints son uno de los pocos equipos que han trabajado con éxito con comités de corredores. Tres o cuatro jugadores con características diferentes, usados en función del plan de juego. Sin embargo, poco a poco Mark Ingram ha ido ganando protagonismo hasta tener un 2016 magnífico de más de 1000 yardas de carrera y 5,1 yardas por intento. Tim Hightower fue un estupendo relevo, pero tras su marcha a los Niners han hecho un fichaje que ha acaparado todos los focos durante la agencia libre: Adrian Peterson. El mejor running back del siglo XXI desembarca en Nueva Orleans con 32 años para intentar exprimir sus últimas gotas de talento, aunque difícilmente pasará de ser un escudero de Ingram. Todos sabemos que Peterson necesita muchos snaps por partido para empezar a rendir de verdad. Además, en 3ª ronda eligieron a Alvin Kamara ¿Para qué? ¿Vuelve el backfield de comité a los Saints?

Alarma en la OL: Max Unger y Terron Armstead lesionados

La línea ofensiva de los Saints ha sido tradicionalmente un muro y el año pasado volvió a reivindicarse. Seguirán Andrus Peat (RG) y Zach Strief (RT). En el guard derecho han dejado marchar a Jahri Evans, amortizado a sus 34 años, y han traído a Larry Warford, con 26 años, con talento para incluso mejorar el trabajo de Evans. El problema estará en las lesiones. Max Unger se perderá media temporada por una lesión de pie y Terron Armstead, el left tackle, también será baja entre 4 y 6 meses por una lesión en el hombro. Ambos empezarán el año en el PUP. Mientras se recupera Unger, Selio Kelemete, el habitual sexto hombre, debería ser solvente en el center. Ryan Ramczyk, flamante elección de primera ronda del draft, será el titular desde el primer día en el left tackle, con Khalif Barnes en la recámara por si acaso. Y en cuanto vuelva Armstead, es probable que Ramczyk se mueva al lado derecho. Con esos movimientos, la OL de los Saints debería seguir siendo un muro un año más.

La baja de Fairley desbarata los planes

La defensa de los Saints fue en 2016 la peor en yardas de pase encajadas y una de las peores recibiendo touchdowns de carrera. Las lesiones y el mal rendimiento de algunas presuntas estrellas volvieron alastrarles demasiado. La línea de cuatro podría haber sido brutal en 2017 con Cameron Jordan (DE), Nick Fairley (DT) y Sheldon Rankins (DT) aunque el otro end era más sospechoso con Alex Okafor, recién llegado de Arizona, que lleva dos años vegetando desde que en 2014 consiguiera 8 sacks y 30 tackles. Jordan por fuera y Fairley por dentro podrían volver loco al quarterback rival con sus embestidas. El problema es que el plan ha saltado por los aires antes de empezar. Fairley se perderá toda la temporada por culpa de su problema congénito de corazón que podría hasta retirarle. Su esperanza es que esa baja quede compensada con el rendimiento de Rankins, 1ª ronda de 2016, que puede tener una irrupción decisiva tras de perderse gran parte de su temporada de rookie por una lesión de peroné. En lo poco que pudo jugar, demostró que puede ser un tornado por dentro. Por ahora, Tony McDaniel y David Onyemata pelearán por el puesto de Fairley y será decisivo que Okafor resucite para completar una línea con un problema grave de falta de relevos en la banda. Tampoco sería extraño que Trey Hendrickson, elegido en tercera ronda del draft, termine arrebatándole la titularidad a Okafor en el end izquierdo.

Las lesiones también hicieron saltar por los aires el grupo de linebackers el año pasado y están haciendo daño también en pretemporada. Solo rindió al nivel esperado Craig Robertson en el centro. Tenían que escoltarle Stephone Anthony y Dannell Ellerbe, pero estuvieron renqueantes todo el año. Ni siquiera pudieron contar con Hau’oli Kikaha, 2ª ronda de 2015, que se perdió toda la temporada tras un esperanzador año de rookie. Ahora, ya han perdido a Ellerbe, que fue colocado en injury reserve a finales de julio por una lesión de pie. Su puesto lo ocupará Alex Anzalone, que fue elegido en 3ª ronda del draft pensando en el futuro, aunque ahora tendrá que dar el do de pecho desde el primer día. Deberían formar un grupo muy competitivo si consiguen mantenerse sanos. Como en los despachos no se fían de su salud del grupo, han fichado a Manti Te’o y a A.J. Klein, pero más como reservas de lujo que como titulares. Por falta de linebackers que no sea...

La secundaria sale de la enfermería

La secundaria se ha reforzado bastante tras haber sido la peor de la NFL en 2016. Por fin se han librado de Jairus Byrd, que se ha tirado tres años de vacaciones en Nueva Orleans. Además, Kenny Vaccaro fue sancionado con cuatro partidos por consumo de sustancias para mejorar el rendimiento y sigue atascado tras habernos deslumbrado en su año de rookie. Vaccaro volverá, y estará acompañado por Vonn Bell, que le quitó la titularidad a Byrd y jugó un año de rookie magnífico. En 2ª ronda eligieron a Marcus Williams, un safety muy físico con el perfil que gusta en los Saints y que servirá por ahora de comodín en la secundaria. Resuelto el tema de los safeties, eligieron a Marshon Lattimore con una 1ª ronda del draft para que sea el nuevo líder de grupo cuanto antes. Detrás estarán Delvin Breaux y PJ Williams, que se perdieron casi todo 2016 lesionados, lo que fue clave para el derrumbe general. Breaux apunta a gran estrella en esta liga y Williams tiene todo por demostrar tras ser elegido con una 3ª en 2015. Si las piezas encajan, esta secundaria puede mejorar una barbaridad.

Los Saints, un año más, parecen un equipo muy competitivo que debería aspirar a estar en la élite. Pero por muy buenos que sean sus jugadores, por increíble que sea Drew Brees, partido tras partido se empeñan en un toma y daca imprevisible que a la larga les perjudica y ya casi nadie se los cree. Por eso vuelvo a hacerme la pregunta de si el auténtico problema de este equipo es que Sean Payton no sabe hacerlo carburar como debería.

Mi pronóstico

Todos los años me sucede lo mismo. Miro el calendario y me imagino que los Saints van a conseguir un récord estratosférico. Su inicio es complicado, con tres visitas y recibiendo a los Patriots, y tienen el bye muy pronto en la semana 5, pero a partir de ahí empalman ocho partidos seguidos en los que no sería extraño que consiguieran hasta siete victorias. Eso les podría llevar hasta a conseguir un récord 10-6 que hasta podría valerles para entrar en playoff. Lo malo es que en los últimos tiempos estos Saint pierden demasiados partidos a los que llegan como favoritos.