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Así los veo: previa NFL 2017 de los Jacksonville Jaguars

Actualizado a 4 de agosto de 2017 22:11 CEST

En 2016, los Jaguars ya tenían plantilla, pero no tuvieron entrenador. Gus Bradley no hizo nada a derechas por cuarto año consecutivo. Ahí, de cuclillas, masajeándose el mentón, miraba el emparrillado como si fuera una piedra roseta indescifrable y además no le importara en absoluto. A Bradley el traje le vino muy grande desde el primer día y las 14 victorias que sumó en 62 partidos parecen incluso demasiadas para un equipo que saltaba al campo cada domingo como un pollo sin cabeza. Ahí nadie tenía ni idea de lo que tenía que hacer

Tom Coughlin va a poner a todos firmes

Pese a la debacle, Shahid Khan tiene más paciencia que el santo Job y, como le ha sucedido desde que compró el equipo en 2010, se ha resistido a hacer una revolución. Ha preferido darle los galones de entrenador principal a Doug Marrone, que ya estaba en el staff del equipo, y mantener a David Caldwell, el general manager, aunque poniendo por encima de él a uno de los grandes dinosaurios de la NFL y posiblemente al hombre más carismático de la historia de la franquicia: el ínclito Tom Coughlin.

Coughlin es un viejo zorro sin pilas para dirigir desde la banda, pero con suficiente experiencia y mala leche como para apretarle las teclas a todo el mundo y poner orden. Además, Caldwell probablemente no tenía ni el empaque ni el colmillo necesarios para gestionar una franquicia. Sin embargo, y para ser justos, desde que está en el equipo ha habido buenos drafts, grandes fichajes y solvencia económica. Las piezas estaban ahí, aunque no supieran como usarlas. El nuevo vicepresidente de operaciones parece haberle dado otro aire a la organización. El mensaje que ha trasladado se respira en cada rincón de las instalaciones de la franquicia: “al que no se deje el alma, me lo cargo”. Y conociendo a Coughlin, eso es más que probable.

¿Es Blake Bortles tan malo?

Otro debate, quizá el principal debate, es el del auténtico valor de Blake Bortles, el quarterback, que después de tres temporadas tiene casi todas las papeletas para salir por la puerta de atrás cuando termine 2017. Sin embargo, el equipo ha transmitido un aviso muy claro de confianza en él en el último draft. Parecía inevitable que eligieran un quarterback con una ronda alta, pero ese quarterback nunca ha llegado. Bortles tiene toda la autopista para él, sin ninguna presión desde la banda, para demostrar que puede ser un quarterback titular en la NFL.

Sigo creyendo que Bortles tiene el talento. Quizá no para ser una gran estrella, pero sí un quarterback legítimo en esta NFL. El problema es que aún no lo sabemos. Principalmente porque se ha pasado tres años de su vida haciendo en el campo lo primero que se le ha pasado por la cabeza. Como un caballo desbocado. Viviendo de ocurrencias que casi siempre terminaban saliendo mal. Pese a todo, si meten en cintura a Bortles, le enseñan lo que significa ser un quarterback profesional, dedica más tiempo a trabajar y menos a irse de fiesta y le dan un plan de juego comprensible que no se reinvente cada semana, puede rendir a buen nivel. Incluso pienso que Bortles podría ser este año un aspirante legítimo al ‘Comeback player of the year’.

Leonard Fournette, un bulldozer nuevecito

La gran apuesta del ataque llegó con la elección de Leonard Fournette con el pick 4 de la primera ronda de un draft en el que los running backs siguieron de moda después del temporadón de Zeke Elliott en Dallas. Eso es exactamente lo que esperan en Jacksonville de Fournette: que sea el corredor dominante, un emperador del backfield, que acapare todos los focos para conseguir que sus compañeros se aprovechen de su trabajo. T.J. Yelson y Chris Ivory seguirán en la plantilla, algo sorprendente después de su ridículo que hicieron el año pasado. No hay que olvidar que en 7ª ronda eligieron a Marquez Williams, un fullback que da pistas sobre cuál va a ser la filosofía ofensiva de los Jags.

Otro apagón inexplicable en 2016 fue el de su grupo de receptores. Allen Robinson, Marqise Lee y Allen Hunts tienen talento a borbotones para formar un tridente imparable, con una envergadura descomunal, que no les hace perder ni velocidad ni potencia. Por si siguen empanados, han elegido en 4ª ronda del draft a Desde Westbrook. Es ‘bajito’ con su 1,82, pero también muy rápido, y puede hacer mucho daño desde el slot. En el tight end mandaron a Julius Thomas a Miami envuelto con un lacito tras el chasco sufrido. A cambio, ficharon a Mychal Rivera, que formará con Marcedes Lewis una pareja volcada en los bloqueos, vulgar en la faceta pasadora, y que necesitará reinventarse en la próxima offseason.

La línea ofensiva, regenerada pero sospechosa

Nada de lo anterior sirve si la línea ofensiva sigue siendo un coladero y no consigue abrir ni una sola puerta a la carrera... como sucedió el año pasado cuando su responsable directo era Marrone. Para empezar, han dejado marchar a Beachum, que es bueno, pero frágil, y le sustituyeron trayendo de Miami a Branden Albert, que era igual de bueno, e igual de frágil y decidió retirarse a finales de julio, así que Jermey Parnell, el sexto hombre, tendrá que dar un paso adelante y ocuparse del tackle derecho si no encuentran una solución mejor a última hora (posiblemente se estén arrepintiendo de dejar ir a Kelvin Beachum). Además, eligieron en segunda ronda del draft a Cam Robinson, un gigante muy prometedor que tenían pensado poner a la derecha en un principio, pero que tras la retirada de Albert será lanzado directamente a los leones en el tackle izquierdo. Parcheado el tema de los tackles, mantendrán a Patrick Omameh en el guard izquierdo, que no lo hizo mal hasta que se lesionó. Brandon Linder, su mejor jugador interior, ocupará el center y AJ Cann completará el quintento en el guard derecho. Todo está cogido por los pelos anunque no debería sorprender si consiguen compenetrarse y rendir razonablemente, pero también sería posible una debacle que diluya el ‘efecto Fournette’.

Un grandísimo front seven pendiente de construcción

Da la sensación de que la titularidad en la línea de cuatro de los Jaguars se va a convertir en un concurso oposición con muchos aspirantes. Solo hay dos puestos claros: Malik Jackson será el dueño de un tackle y el recién fichado Calais Campbell uno de los defensive ends. Y sí, ¡menuda pareja! El otro end debería ser de Dante Fowler, pero su primera temporada como titular fue decepcionante y Yannick Ngakoue viene pisando fuerte después de un buen año de rookie en el que consiguió ocho sacks. Su batalla por el puesto puede ser apasionante. Por si fuera poco, Dawuane Smoot, otro defensive end, fue elegido en tercera ronda del draft. El otro tackle podría ser para Abry Jones, titular del año pasado, pero no hay que descartar a Sheldon Day. Tienen mucha fe en él aunque pasara desapercibido como rookie. El trío de linebackers seguirá siendo el mismo del año pasado con Myles Jack por el centro, escoltado por Telvin Smith y Paul Posluszny. Telvin Smith está rindiendo a un nivel altísimo y la clave puede ser que Myles Jack alcance las expectativas, porque en su año de rookie le faltó solidez y empaque pese a los destellos de calidad. Posluszny trabaja a destajo y con éxito para compensar su limitado talento y su edad (33 años). Vistos todos los nombres que habitan en ese front seven, vuelve a parecer increíble que no les hayan aprovechado hasta ahora.

La secundaria también está llena de grandes nombres

Su trabajo en secundaria durante la agencia libre se puede definir como un cambio de cromos. Han dejado marchar al safety John Cyprien, después de que completara su mejor temporada como profesional, y han fichado a Barry Church para sustituirle… también después de que completara su mejor temporada como profesional en los Cowboys. Han dejado ir al cornerback Prince Amukamara tras una buena temporada y han fichado a cambio a A.J. Bouye, que deslumbró con una actuación impresionante e inesperada en los Texans. Church puede formar junto a Tashaun Gipson una pareja de safeties de ensueño, sin olvidar a James Sample, 4ª ronda de 2015 que se perdió todo el año pasado por lesión. A.J.Bouye y Jalen Ramsey también forman una pareja tremenda de cornerbacks en la que tal vez sí flojea el tercer hombre, que podría ser Aaron Colvin o incluso Jalen Myrick, un posible robo de séptima ronda. Siento que me repito demasiado durante todo este artículo, pero el potencial de esta secundaria es inmenso y el único problema que nadie hasta ahora ha rendido en los Jags a su auténtico nivel.

Definitivamente, los Jaguars tienen una plantilla de quitar el hipo. Y han dado un paso más al meter mano dura en los despachos. La única incógnita vuelve a ser muy parecida a la del año pasado: ¿será Doug Marrone capaz de sacarle todo el juego? No lo tendrá fácil, aunque será sencillo que mejore el trabajo de su predecesor, el ínclito Gus Bradley. Al que deseo que tanta paz lleve como descanso deja.

Mi pronóstico

El año pasado eché un órdago a la grande por ellos y dije que llegarían a la final de conferencia. Terminaron con un récord 3-13 y me dejaron en ridículo. Este año vuelvo a la carga y creo que tienen potencial para ser el cuarto mejor equipo de la conferencia americana en temporada regular. El auténtico termómetro lo darán sus cuatro primeros partidos: viaje a Houston, Titans, Ravens y viaje a NY Jets. Creo que deberían ganar los cuatro y que si lo hacen rondarán un récord 10-6 y se llevarán su división.