Ucrania se mostró al mundo en la fase de clasificación de la Eurocopa con su gran victoria sobre Portugal que le dio el pase. El nuevo equipo del mito Shevchenko rezuma frescura y hambre, lo que le han permitido regresar a otra Eurocopa, su tercera seguida. Todos los intentos fallidos de volver a disputar un Mundial después de hacerlo en Alemania 2006 contrastan con los éxitos a la hora de pelear por estar en el campeonato continental. El camino hacia la edición de 2020 fue tan exitoso como muy pocas veces antes había ocurrido con los ucranianos.

Shevchenko ha logrado armar un equipo dinámico, enérgico, lleno de talento. A jugadores clásicos como Pyatov, Stepanenko, Konoplyanka o Yarmolenko ha sumado otros jóvenes de un nivel extraordinario como Matviyenko, Zinchenko, Mykolenko o Yeremchuk. A eso hay que unir el crecimiento del centrocampista Malinovskiy, vital, o la entrada como nacionalizado de los brasileños Marlos o Junior Moraes. La goleada ante Serbia y el meritorio empate en Portugal ante la campeona de Europa ya hicieron presagiar que los ucranianos pelearían por estar en la fase final.

Todo ello se confirmó con el partidazo en Kiev ante Portugal, en el que salieron vencedores y con el billete matemático ya en la mano. Shevchenko tiene mucha culpa de ello. El mejor jugador de la historia del país pasó por los despachos antes para organizar el fútbol de Ucrania, pero donde realmente ha sido importante ha sido en el banquillo. Por si fuera poco, el país alcanzó uno de los mayores éxitos de siempre en plena fase de clasificación cuando su equipo Sub-20 se proclamó campeón del mundo. De aquel conjunto hay jugadores como Lunin, Buletsa o Supriaha que tienen un futuro más que interesante y que se irán haciendo poco a poco un hueco en el once. Shevchenko es un técnico con una visión moderna del fútbol, ofensivo, amante del 4-3-3 y con jugadores de calidad de tres cuatros de campo hacia arriba.

Lateral izquierdo con Guardiola en el Manchester City, volante zurdo o mediocentro con Shevchenko en la selección, su calidad está fuera de toda duda y además en los últimos tiempos ha crecido mucho en las facetas defensivas y tácticas. Ser titular en el campeón de la Premier fue un trabajo costoso para él, pero supo reciclarse y de este modo ha terminado por ser un jugador mucho mejor. Cada vez con más galones en la selección.

El mejor futbolista que dio alguna vez Ucrania, se esperaba que hiciera algo bueno por su país una vez retirado pero ha sido en los banquillos y no en los despachos donde ha logrado ser completamente decisivo. Su sello en el equipo ucraniano es incuestionable. Ha sabido dotar de una gran energía, además de un carácter competitivo, a una selección que viene algo tocada después de quedar fuera del Mundial 2018. Sensacional trabajo.