La República Checa, selección que había hecho el mejor fútbol del torneo, también cayó ante la fría y organizada Grecia. Un ‘gol de plata’ de Dellas desintegró a los checos y llevó a los helenos a una final que no entraba en los planes de nadie. Un día antes, Portugal logró la otra plaza de finalista y daba la oportunidad a Figo y compañía de hacer realidad las grandes expectativas que había creado su generación. De esta manera, el partido inaugural se convirtió en el último: Eurocopa capicúa. (Foto de apertura: El golazo de Maniche abrió la puerta de la final a Portugal).
Grecia 1-0 República Checa
Oporto. 01-07-2004 |
Nikopolidis; Seitaridis, Dellas, Katsouranis, Kapsis, Fyssas; Zagorakis, Karagounis, Basinas (Giannakopoulos (72’); Vryzas (Tsiartas 91’+), Charisteas. |
Cech; Grygera, Ujfalusi, Bolf, Jankulovski; Poborsky, Galasek, Rosicky, Nedved (Smicer 40’); Milan Baros, Koller. |
Árbitro: Pierluigi Collina (Italia) |
1-0 Dellas 105’. |
Nedved se fue lesionado
El capitán checo Pavel Nedved tuvo que retirarse en el minuto 40 lesionado en su rodilla derecha. El juventino se marchó del campo en camilla y una vez en el banquillo no pudo reprimir las lágrimas. Sus compañeros notaron su ausencia.
Dellas fue el dios griego
Casi nadie daba nada por Grecia, pero se coló en la final utilizando las mismas virtudes que en anteriores choques: fútbol austero y orden extremo hasta maniatar y desesperar al rival. Los helenos resistieron hasta la prórroga en la que, por primera vez en todo el torneo, jugaron al ataque y con Tsiartas como jefe de operaciones. De sus botas nació la sentencia. Botó un córner muy cerrado y el coloso Dellas guillotinó a su rival. Fue gol de plata, el primero del torneo, pero que valió su peso en oro. La seda cayó a las puertas de la final; venció la roca. El partido también pasó a la historia por haber sido el último en la elite internacional del árbitro Pierluigi Collina.
Collina dirigió su último encuentro como internacional.
La República Checa se dio de bruces contra el muro que contruyó el alemán Rehhagel. En la imagen, Georgios Seitaridis arrebata el balón Milan Baros.
Portugal 2-1 Holanda
Lisboa. 30-06-2004 |
Ricardo; Miguel, Carvalho, Andrade, N. Valente; Costinha, Maniche (Couto 87’); Cristiano Ronaldo (Petit 67’), Deco, Figo; Pauleta (Nuno Gomes 75’). |
Van der Sar; Reiziger, Bouma (Van der Vaart 56’), Stam, Van Bronckhorst; Cocu, Davids; Overmars (Makaay 46’), Seedorf, Robben (Van Hooijdonf 81’); Van Nistelrooy. |
Árbitro: Anders Frisk (Suecia) |
1-0 Cristiano Ronaldo 26’. 2-0 Maniche 58’. 2-1 Andrade (p.p.) 63’. |
Advocaat: infiel a sus ideas
Portugal se deshizo de una Holanda que no encontró el camino a portería. Advoccat fue infiel a sus principios. Sólo le gustaba jugar con un delantero y acabó con tres, demasiado frontal y despreciando las bandas. Eso fue aprovechado por los lusos. Cristiano Ronaldo marcó y los de Scolari se refugiaron en el contragolpe, descarado tras el gran tanto de Maniche. El autogol de Andrade pareció dar vida al encuentro, pero lo cierto es que la final nunca corrió peligro para los anfitriones.
Figo: lágrimas de alegría
El gran capitán llevó a su país a una final histórica. Partido soberbio en el que dio una lección de desborde, liderazgo y determinación. Figo, uno de los tres representantes de aquella Generación de Oro que permanecía en la selección portuguesa junto con Rui Costa y Couto, había sido el motor para llegar a esa ansiada final. Cuando Frisk pitó, Figo rompió a llorar. El fútbol les daba otra oportunidad.
Derrota con expediente
La impotencia se apoderó de Van Nistelrooy al término del encuentro. Tras el pitido final, el delantero oranje se acercó a Frisk y le acusó de ser muy casero: “Es increíble cómo ha pitado. En caso de duda, el beneficio era para ellos”. La UEFA le abrió expediente. Fue un triste final para Holanda que se completó días después con la marcha del seleccionador Dick Advocaat.
Cristiano Ronaldo volvió a marcar un gol de cabeza, como el que hizo ante Grecia, tras un córner sacado por Deco.
Andrade batió a su compañero Ricardo ante la mirada de Van Nistelrooy.