Se esperaba con cierta inquietud en España la repesca. El juego de los de Sáez y el país de procedencia del rival no eran los más adecuados. Pero a la hora de la verdad, la Selección no falló y se mostró intratable, sobre todo en Noruega. La Eurocopa esperaba a los españoles. Como también a los holandeses, que no tuvieron ningún problema para derrotar a Escocia; a los rusos, que se deshicieron de Gales; a los croatas, que ganaron a Eslovenia; y a Letonia, que dejó helados a los turcos. (Foto de apertura: Joaquín fue el incentivo que necesitó España para clasificarse).

Joaquín dio vida a España

Noruega comenzó siendo un equipo y acabó convertido en un paredón. Abrieron el marcador con un gol típicamente suyo: pelotazo a balón parado, salto y remate. España en el alambre. Raúl igualó y los noruegos siguieron a lo suyo, parapetados atrás y obligando a España a un gran desgaste. Sáez dio entrada a Joaquín y cambió el duelo. En el último cuarto de hora, España disparó 14 veces a puerta. En una de esas acometidas, Baraja desvió un tiro del andaluz y marcó. España tenía vida.

La aparición de Joaquín fue providencial para el destino de España.

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Del miedo... a la locura

España llegó a Noruega con el respeto que genera el frío, el barro y el poder físico de los nórdicos y se marchó instalado en la locura. La Selección se dio un paseo en Noruega a lomos de Valerón y Xabi Alonso, principales cambios de Sáez con respecto a la ida. Pero la gran diferencia estuvo en el acierto ante la meta de Johnsen. Lo que en España costó una barbaridad, en Noruega fue sencillo. Raúl materializó la primera ocasión clara de la que gozó España. La superioridad fue clara. Vicente se aprovechó de un error de Basma para dar el segundo golpe y Etxeberría dio la puntilla tras un rechace de Johnsen. España llegó a Portugal entre olés.

Vicente aumentó la diferencia de los de Sáez marcando de esta forma el segundo tanto.

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Verpakovskis fue el héroe

Letonia logró el hito más importante en su corta historia al clasificarse por primera vez para una fase final de la Eurocopa. Una hazaña que tuvo su héroe: Maris Verpakovskis. Su clasificación se fundamentó en este rápido delantero que marcó todos los goles decisivos de Letonia en la fase y no podía desaparecer en este doble enfrentamiento. A Portugal fue como uno de los jugadores a tener muy en cuenta.

Letonia pasó por encima de los turcos.

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Venganza de Evseev

Giggs propinó un codazo a Evseev en Moscú como respuesta a “una de las entradas más duras de mi vida”, como la calificó el galés. El ruso se vengó en Cardiff. No hubo golpes, pero las consecuencias fueron más dolorosas. Evseev le cerró las puertas de la Eurocopa marcando el único gol de la eliminatoria.

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Prso y su idilio con el gol

Llegaba como el delantero europeo más en forma, con siete tantos en sus últimos cuatro partidos, y ante Eslovenia refrendó ese idilio con el gol. Prso emergió cuando peor lo pasaba Croacia, que estaba jugando con diez hombres por la expulsión de su defensa Igor Tudor. El delantero aprovechó un pase del debutante Sokota para batir a Dabanovic y meter a los croatas en la Eurocopa.

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Advocaat y la evidencia

Tras sus quejas al ser sustituido en el República Checa-Holanda, Advocaat sometió a Van Nistelrooy al ostracismo. Incluso, algunos de sus compañeros criticaron su actitud. Sin embargo, a la hora de la verdad el técnico se plegó ante la evidencia y contó con él. No falló. Van Nistelrooy se cargó de razones con un triplete y Holanda fue a Portugal.