CORONAVIRUS

Descubren las claves para detectar la COVID sin hacerse un test

Estudios por todo el mundo han relacionado la fatiga extrema, el cansancio intenso, y los desmayos y mareos como síntomas del coronavirus en las nueva variantes.

Eduardo Parra

Según un estudio del Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa), los nuevos síntomas de los sublinajes de Ómicron serían la fatiga y los mareos o desmayos, indicadores que no se suelen asociar con la COVID, pero serían síntomas claves de estar infectado.

Más tarde llegan síntomas que ya conocemos, como la tos, el dolor de garganta, el dolor de cabeza, la fiebre o la congestión nasal. Que pueden ser confirmados perfectamente con un test de antígenos o PCR.

Cómo detectar la infección por coronavirus

Cuando se habla de fatiga es mucho más que estar cansado o muy cansado, sería también dolor en el cuerpo, los músculos, la cabeza, tener la visión borrosa e incluso padecer falta de apetito, que estos días incluso puede confundirse con la llegada tan rápida del calor.

Otro estudio llevado a cabo en Alemania ha confirmado también que sí hay relación entre los desmayos y los mareos, y la variante Ómicron del coronavirus. Según ha publicado el periódico alemán Ärztezeitung, los médicos han visto una "conexión clara" entre este síntoma y la Covid.

La doctora Angelique Coetzee, doctora y presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, ha afirmado que la fatiga fue uno de los principales síntomas de Ómicron cuando surgió la variante en Sudáfrica.

Otro informe de Alemania sugirió que existe un vínculo entre los desmayos y Ómicron después de que los médicos en Berlín descubrieran que la COVID-19 estaba provocando desmayos recurrentes en un paciente de 35 años ingresado en el hospital.

Dos millones de fallecidos en Europa

Europa ha sobrepasado los dos millones de muertos por la pandemia de coronavirus, informó hace unos días la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Se ha alcanzado un hito macabro al confirmarse que las muertes por covid-19 en los países de la región europea han sobrepasado los dos millones", afirma el comunicado de la oficina desde Copenhague.