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Francia pide a su población que limite el uso de gas

La distribuidora de gas en Francia recomienda una serie de pautas para conseguir limitar el consumo de gas, de cara a posibles cortes el próximo invierno.

Sean Gallup

La situación generada tras el conflicto en Ucrania ha llevado a la responsable de la distribución del gas en Francia a pedir a sus ciudadanos que limiten el consumo de gas a lo meramente indispensable. En una entrevista en Les Echos, la directora de la Red de Distribución de Gas de Francia (GRDF), Laurence Poirier-Dietz, lanza este mensaje tanto a las empresas como a la población.

Según la directora, el próximo invierno se podría producir "una situación sin precedentes", por lo que había que prepararse ante eventuales cortes de suministro por parte de Rusia. Francia, al contrario que España, tiene una dependencia ligeramente mayor del gas ruso. Poirier-Dietz, no obstante, asegura que "no hay inquietud para el final de este invierno", pues el suministro está asegurado.

En cualquier caso, el problema podría surgir de cara al próximo invierno de 2022, en caso de una interrupción total o parcial de los suministros, en función de cómo se desarrollen los acontecimientos en el conflicto. Tanto los grandes consumidores como las industrias de ciertos sectores o centros comerciales tienen, en sus contratos, la opción de ver cortado el suministro de gas a cambio de incentivos económicos, pues disponen de fuentes de energía alternativas.

Otras medidas

De igual forma, la GRDF apunta por otras medidas con el fin de promover otras alternativas, como es aumentar a corto y medio plazo la producción de biogas, a través de los residuos de las granjas. Se calcula que desde este momento hasta diciembre se podría incrementar en el equivalente al consumo de calefacción de 120.000 hogares de nueva construcción.

Por otro lado, en lo relativo a los consumidores particulares, la compañía pide bajar en un grado los termostatos de la calefacción, ducharse en lugar de bañarse o sustituir las calderas de gas por modelos más modernos y eficientes, capaces de reducir el consumo hasta en un 30%.

En Francia, el gas tiene una menor importancia en la matriz energética, en comparación con otros países del entorno europeo (un 16% del consumo total y un 6% de la producción eléctrica). Esto es así debido a su apuesta por la energía nuclear.