CORONAVIRUS

Una científica del CSIC señala qué cambiaría "radicalmente" la evolución de la pandemia

Mercedes Jiménez Sarmiento, científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, atiende a AS e indica la importancia de las vacunas esterilizantes.

Después de tres días de bajada de forma consecutiva, el pasado viernes la incidencia acumulada de coronavirus en España volvió a repuntar hasta alcanzar un nuevo máximo: 3.418,46 casos por cada 100.000 habitantes. Los datos del fin de semana de las comunidades que los reportan pueden indicar una buena bajada este lunes, cuando Sanidad los vuelva a actualizar.

Mercedes Jiménez Sarmiento, científica titular en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), atiende a AS en plena sexta ola de contagios para charlar sobre cómo ha evolucionado la pandemia en los últimos meses, las vacunas o la conveniencia de 'gripalizar' la COVID.

¿Hemos llegado ya al pico de esta sexta ola? ¿Si no es así, cuándo podría ser?

Parece que entramos en una bajada de la ola, sobre todo porque también lo estamos viendo en Estados Unidos o Reino Unido, que también subieron espectacularmente, casi al mismo tiempo que nosotros. De confirmarse en los días siguientes ese descenso en el número de contagios, podríamos empezar a pensar que era el pico. De todas formas, siempre estamos a la espera de que pueda surgir algo inesperado como una nueva variante, entonces no podemos asegurarlo, debemos esperar unos cuantos días a ver si esa tendencia se mantiene a lo largo de estos días. Si continúa a la baja podremos pensar que ese fue el pico.

¿Se podía esperar una ola de tal magnitud como esta, superando todas las anteriores pese a estar vacunados?

Esta pandemia no para de darnos sorpresas, vamos aprendiendo. Cuando pensamos que ya puede estar algo, aparece una nueva variante que cambia todo el panorama. Las vacunas nos están protegiendo muchísimo, pero no podemos adivinar, a priori, si va a aparecer una nueva variante que de al traste con todas nuestras esperanzas de que esto vaya a mejor. Pero efectivamente, las vacunas han mostrado una diferencia abismal respecto a olas anteriores.

¿El escenario de esta ola hubiera sido muy diferente con menos de ese 90% de población vacunada que tiene España?

No sabemos si es menos grave, o lo es por las vacunas. El escenario ha sido completamente diferente en comparación con las olas anteriores, los efectos devastadores en número de fallecidos y de ingresos han sido muchísimo menores, es indiscutible. A igual número de contagios, con la vacuna, hace que las consecuencias de esta ola hayan sido mucho más favorables.

"La celebración de las fiestas, relajación en las medidas y el volver a reunirnos. Junto con Ómicron ha sido un cóctel explosivo"

María Jiménez Sarmiento, científica del CSIC

¿Cree, como algunos expertos han manifestado, que Ómicron puede ser el fin de la pandemia o pueden surgir nuevas variantes?

No lo sabemos. Estábamos ya casi en plena ola de Delta, cerca de dejarla atrás, y aparece Ómicron. Con este nivel de contagios, las previsiones que se podían haber tenido se han debido de cambiar. Esto es adaptarse, porque esta pandemia nos ha dado sorpresas, y hay que irse adaptando a lo que nos va sugiriendo. Hay que contar con esa incertidumbre, otra más. También se ha juntado la celebración de las fiestas, esa relajación en medidas, el volver a reunirnos en las fiestas navideñas, y esa situación previa favorable ha favorecido a que hayamos relajado esas medidas. Junto con la alta contagiosidad de Ómicron, ha sido un cóctel explosivo en número de contagios.

Con la llegada de Ómicron las compañías se lanzaron a producir una vacuna concreta contra ella. ¿Es correcto este enfoque o se debe mirar más allá?

El resto de vacunas también protege de la enfermedad grave, eso se ha visto. Muchos infectados por Ómicron han seguido protegidos por las vacunas. Están diseñadas no solo contra esa proteína en concreto que es la que haya cambiado. Y aunque haya cambiado también siguen reconociéndola nuestras defensas. Si es prematuro o no, depende de las estrategias de cada farmacéutica. Lo que estamos de acuerdo, es que necesitamos otras vacunas que sean esterilizantes, que eviten el contagio. Es a lo que el desarrollo de vacunas pretende llegar. Podría ser uno de los objetivos que cambiara radicalmente la evolución de la pandemia.

Hay quien considera erróneo gripalizar, por así decirlo, la COVID. ¿Es algo acertado?

Depende del sentido que se le de a gripalizar. Si se considera a nivel de vigilancia aprovechando la infraestructura que tiene la vigilancia de la gripe, que está muy consolidado, a lo mejor es una buena medida hacer esa transferencia de seguir unos casos que ahora es imposible con tantos contagios, y hacerlo con médicos centinelas que reportan determinados casos y a partir de ahí extrapolar esos datos. Esa podría ser una adaptación. Ahora los ingresos, aunque importantes, no son de consecuencias tan graves como los de olas anteriores.

En algunos países como Sudáfrica, la ola con Ómicron bajó casi tan rápido como subió. ¿En España puede suceder igual o, con todas las celebraciones navideñas, se puede prolongar?

Las variables que se han dado en España pueden afectar a que esa subida haya sido muy alta, y que la bajada, en caso de que ya estemos bajando, también pueda ser mucho más lenta. Puede ser diferente. Son circunstancias que se van dando y tienen unas consecuencias diferentes.

Con esta variante estamos presenciando numerosos casos de reinfección. ¿Se debe a una de sus muchas mutaciones o es por pérdida de los anticuerpos?

Puede ser por las dos cosas. Pero no tiene que ver con que sean muchas mutaciones, sino porque se han traducido en una mayor transmisión. Ha cambiado parte del virus y se ha vuelto más transmisible. Si se junta con una disminución de los anticuerpos en sangre, efectivamente puedes reinfectarte. No se ha reportado ningún caso que sea más grave, sino que son leves. Para reinfectarse de una misma variante depende del nivel de anticuerpo que tengamos, aunque depende cada persona. Los mayores los pierden más rápido, los generan más levemente, menos eficaces. También hay mucha gente que son inmunodeprimidos y no generan anticuerpo, o personas en las que la vacuna no prende o prende de forma diferente.

"Hay patologías con las que no importa la edad, va a ser necesario, lo que interesa es protegerse"

María Jiménez Sarmiento, científica del CSIC

La tercera dosis ha sido motivo de debate desde el inicio de su aplicación. ¿Es necesaria para toda la población?

Con los inmunodeprimidos y las personas mayores se ha visto que ha sido imprescindible, ha contribuido a que las defensas aumentaran en esa población y estuvieran más protegidos. Con el resto podría ser una medida más discutible, pero como ese efecto se ha notado y no sabemos cómo nos vamos a infectar ni cómo va a cursar la enfermedad... Según disminuye la edad podría ser menos necesaria, pero tampoco lo sabemos. Hay patologías con las que no importa la edad, va a ser necesario, lo que interesa es protegerse. Lo que está claro es que la relación beneficio-riesgo sigue estando del lado del beneficio.

Habría que tomar otras medidas que las diferentes dosis de recuerdo, como que aparecieran otras vacunas. Y también intentar contener con otras medidas, que eso se ha visto que depende de muchas consideraciones de nivel político y social. No podemos estar vacunándonos cada dos por tres, pero de la gripe nos vacunamos cada año. Hay que cambiar las estrategias según lo que vamos viendo. Esta pandemia nos está dando sorpresas y nos intentamos adaptar.

Hace algo más de un año se hablaba de alcanzar la inmunidad de rebaño para finales del verano pasado. ¿Qué ha ocurrido con ese concepto?

Es un concepto que depende de muchas cosas, que también han cambiado. Por ejemplo, la transmisión es ahora más alta con Ómicron, por lo que la inmunidad va incrementando el número. Enfermedades muy contagiosas, como el sarampión, tiene una inmunidad de rebaño muy alta. Es un objetivo, y como mucha gente se está contagiando, también contribuye a la inmunidad. Es un concepto que depende de muchas circunstancias que han ido cambiando. A medida que hemos ido sabiendo más, también influye en que no tenga un efecto tan drástico. También, las vacunas no eliminan la transmisión. Todo eso influye a que la inmunidad de rebaño sea muy cambiante.

"La transmisión es ahora más alta con Ómicron, por lo que la inmunidad va incrementando el número"

María Jiménez Sarmiento, científica del CSIC

¿Son suficientes los test de antígenos de farmacia para controlar la ola o no debe recaer en el ciudadano esa responsabilidad?

Los test tienen su utilidad, porque nos informan de una forma rápida si tenemos la infección y si podemos contagiar. Tienen su distinta sensibilidad, no es lo mismo una PCR que un test de antígenos. También es cierto que con una PCR positiva, cuando no se tienen muchos síntomas y han pasado muchos días, es muy probable que no se contagie aunque queden restos. Controlar la ola no hemos podido, sabemos cómo evitar la expansión del virus pero no hemos podido controlarla. El test de antígenos sirve para lo que sirve y depende de nosotros qué caso le hagamos a ese resultado.

Si no tienes síntomas, es muy probable que a las dos semanas no se sea contagioso, pero quedan restos en la garganta o las mucosas para dar positivo en PCR. También ocurre al contrario, que tienes la enfermedad pero pocos síntomas y das negativo. O tienes algunos síntomas pero al dar negativo piensas que es un catarro. En esto tenemos que cambiar la idea, si es un catarro también debemos evitar contagiar a los demás, más si tienes una persona vulnerable. Nuestro sistema inmunitario desconocía por completo este virus al inicio, algo importante para cómo se ha desarrollado la pandemia. Una vez que lo conocemos por infección o por vacuna, las olas son distintas.

¿Es seguro reducir la cuarentena de diez a siete días?

Si hay síntomas moderados, cuanto más tiempo se esté uno aislado más se va a proteger al resto, sobre todo hasta que se de un test negativo. Sería lo ideal de diez días, es lo más prudente. El problema, a veces, es que no se puede. Se ha visto que muchas personas de baja comprometen servicios esenciales. Mientras se es contagioso se debe mantener la cuarentena, un mínimo contacto con el resto. Debes saber cuándo eres contagioso o no, y depende también de si puedes aislarte o no. Hay que irla adaptando según la situación. No podemos negar una cuarentena menor porque para muchas personas sí que es suficiente y no es posible una de diez. Pero si estás enfermo y los síntomas son moderados, hasta que un test no de negativo habría que mantenerlo. Es lo idea y es lo seguro.