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¿Cuándo fue la última vez que se vio a Antonio Anglés y qué paso en el City of Plymouth?

El asesino de las niñas de Alcàsser sigue sin aparecer. La última vez que se le vio fue a bordo de un barco con destino Dublín, en el que desapareció.

29 años después, los nombres de Miriam, Toñi y Desireé siguen en la memoria de todos los españoles que 'vivieron' su violación, tortura y asesinato. Una atrocidad que dejó una herida que aún sigue abierta en nuestro país, más aún si se tiene en cuenta que el autor de esta barbarie nunca apareció, lo que hace que el caso Alcàsser siga abierto.

El 13 de noviembre de 1992, estas tres niñas desaparecieron en algún lugar entre los dos kilómetros que separan las localidades de Alcàsser y Picassent. La versión oficial señala que Miguel Ricart y Antonio Anglés las montaron en su coche convenciéndolas de que las llevarían a la discoteca a la que las jóvenes tenían pensado acudir esa noche. Sin embargo, nunca llegaron.

Dos meses después de aquella noche, dos apicultores encontraron los cuerpos de las tres niñas semienterrados en el paraje de La Romana. Eso sucedió el 27 de enero, cuando llegaba a su fin el calvario de las familias de no saber qué había ocurrido con ellas y comenzaba una triste vida sin ellas. El mismo día en que sus cuerpos fueron hallados, la Guardia Civil detuvo a varios sospechosos. Entre ellos, Miguel Ricart y Enrique Anglès, hermano de Antonio. Este último fue descartado como sospechoso, y la investigación se centró en encontrar a su hermano.

Por ello, las autoridades viajaron hasta el municipio valenciano de Catarroja, donde se ubicaba la casa de los Anglès. Según otra de las hermanas de acusado, Kelly, Antonio le pidió en ese momento que aguantara a los guardias civiles mientras él ataba unas sábanas a la cama y se descolgaba por la ventana del cuarto piso en el que vivían. Así lo confesó a LaSexta, a la vez que aseguraba desconocer lo que había hecho Antonio. Fue ahí cuando comenzó la búsqueda del coautor de esta atrocidad, que aún hoy sigue sin dar frutos.

Anglès pasa por Madrid y llega a Portugal

Hay mucho desconocimiento en cuanto a lo que sucedió con Antonio a partir de ese día. Miguel Ricart, acogido a la doctrina Parot, cumplió solo 21 años de los 170 a los que había sido condenado. Sin embargo, de Antonio nunca más se volvió a saber nada. Según cuentan Genar Martí y Jorge Saucedo en su investigación denominada 'El fugitiu', Anglès pasó esa noche escondido y al día siguiente se tiñó en una peluquería para cambiar su aspecto.

En una estación de Villamarchante, las autoridades estuvieron a punto de atraparlo, pero consiguió esquivar a los agentes. Días más tarde robó una furgoneta a punta de pistola en Cuenca y llega hasta Madrid, concretamente a la plaza de Tirso de Molina, último lugar donde se le vio en España. Desde allí, Anglès se marchó a Portugal para coger un barco mercante en Lisboa, llamado 'City of Plymouth', con destino Dublín. Eso sucedió el 18 de marzo, cuatro meses después del delito y dos meses después de que fueran encontrados los cuerpos de las víctimas. Es la última vez que se le vio pisando tierra firme.

Un cómplice a bordo del 'City of Plymouth'

Ya en el barco, la tripulación descubrió a Anglès y le encerraron en un camarote bajo llave y con vigilancia. Sin embargo, el asesino logró escapar y se lanzó en mitad de la noche a un bote salvavidas que él mismo había tirado al mar. Una aeronave francesa lo rescató y lo devolvió al barco mercante, donde volvieron a encerrarlo, apuntalando ventanas y puertas para que no pudiera escapar. Pero al llegar a Irlanda, dos agentes subieron a bordo para detenerlo y, ante la sorpresa de todo el mundo, no encontraron ni rastro de Anglès.

"Era materialmente imposible que pudiese abrir la puerta desde dentro. El oficial jefe me dijo que Anglès se había ido, pero que la tabla de madera con la que atrancamos la puerta seguía en su sitio. Alguien debió dejarle salir y recolocó la madera", afirmó Kenneth Farquharson Stevens, capitán del 'City of Plymouth', al programa Equipo de investigación en 2018. "Cuando pasó esto, nadie me enseñó la fotografía. No supimos quién era hasta que regresamos a Liverpool", señaló tras ver una foto que le había enseñado el periodista Genar Martí durante la entrevista y reconocer a Anglès.

"Después de esa reunión, el oficial se me acercó y me dijo que pensaba que uno de los tripulantes le había ayudado a escapar", sentenció Stevens, aunque no reveló su identidad porque "sin pruebas no se puede hacer una acusación".

Un hallazgo que podría resolver el caso

Una de las hipótesis que manejan las autoridades es que Anglès murió ahogado en aguas irlandesas tras lanzarse al mar desde el barco. Esta teoría sostiene que su cadáver quedó en el fondo marino y por eso nadie lo ha encontrado. No obstante, sin cadáver no se puede confirmar su muerte. Otras hipótesis lo sitúan en Sudamérica, entre su Brasil natal y Uruguay, donde llegaron a ir efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO).

El 14 de diciembre de 2029 quedará prescrito el caso, y hasta entonces Anglès será en busca y captura, vivo o muerto. La última pista que podría resolver el caso lleva la investigación hasta una playa de Irlanda. Allí unos pescadores encontraron un cadáver, cuyo retrato digital fue enviado a las autoridades españolas, que se sorprendieron del parecido del cráneo con el de Anglès. Ahora, las autoridades irlandesas comprobarán si el ADN del cadáver coincide con el del asesino, lo que cerraría, de una vez por todas, una investigación demasiado longeva.