Portugal da una lección para parar su nueva oleada de contagios

Portugal, el país de la Unión Europea con el porcentaje de vacunación más alta (87%), también vuelve a los confinamientos. Lo hace en mitad de una nueva ola de contagios, con una incidencia acumulada a 14 días que supera los 200 casos y más de 3.000 casos diarios en los últimos días. Los 3.773 positivos del pasado miércoles representan la cifra más alta en los últimos cuatro meses.

Por tanto, y ante el previsible aumento de la movilidad durante los próximos meses por la llegada de las fiestas navideñas, el Gobierno portugués ya ha anunciado las nuevas medidas a aplicar. "No importa el éxito de la vacunación, debemos ser conscientes de que estamos entrando en una fase de mayor riesgo", dijo el primer ministro Antonio Costa. Portugal entrará en 'estado de calamidad' a partir del día 1 de diciembre, y durante la primera semana de enero de 2022 los ciudadanos estarán confinados.

Este estado de calamidad supone volver al nivel más alto de respuesta ante las situaciones de catástrofe como, en este caso, por el avance de la pandemia. De esta forma, se aumentan las restricciones de acceso a lugares cerrados, para así frenar el aumento de los contagios. Con estas medidas pretenden, según Antonio Costa, "evitar que el próximo mes se pueda aproximar al trágico enero de 2021"

Confinamiento y otras medidas

Durante esta primera semana del nuevo año, se decretará el teletrabajo obligatorio en todas las empresas, el cierre de la hostelería y restauración y la suspensión de la vuelta a las clases, que se pospone hasta el día 10 del mismo mes. Todos por establecimientos serán compensados por este confinamiento forzoso, según ha confirmado el primer ministro luso.

La medida que no han aplicado es la de prohibir los viajes por el territorio ni las celebraciones navideñas. Eso sí, anima a la población a realizarse test antes de las tradicionales reuniones. "Los portugueses saben que su propio comportamiento controla la evolución de la pandemia, además de la protección farmacológica de la vacuna. Obviamente cuando hay menos restricciones, hay mayor responsabilidad individual", dijo Costa.

Vuelven, también, las mascarillas a los espacios cerrados (después de que dejaran de serlo), los certificados COVID (en restaurantes, hoteles y eventos) y los test para entrar en residencias, hospitales y grandes eventos sin butacas asignadas. Portugal también endurece las restricciones a los viajeros del exterior, puesto que será necesaria una prueba negativa. Al respecto, el primer ministro fue crítico con las compañías aéreas, a las que acusa de no verificar si los viajeros entran con el test o el certificado. "Es un acto de profunda irresponsabilidad transportar personas que no están testadas", ha criticado, amenazando con retirar la licencia de vuelo.