CORONAVIRUS

Se hace un PCR y le llega una factura de 48.000 euros

Un empresario de Texas se encontró con una factura de esta cuantía semanas después de acudir a un centro hospitalario para hacerse la prueba de detección.

La pandemia del coronavirus ha traído consigo que muchas personas se hayan encontrado con situaciones complicadas en Estados Unidos que van más allá de la salud. La carencia de un sistema sanitario público universal ha provocado que ciudadanos afectados por la COVID hayan tenido que afrontar facturas que han supuesto un problema para su bolsillo.

Son varias las historias relacionadas con este asunto que han trascendido. El pasado mes de junio se hizo viral un vídeo de Tik Tok que trataba esta situación mostrando la cuenta de una estancia de cuatro meses en un centro hospitalario del país norteamericano. En esas imágenes podía apreciarse una lista detallada de diversos cargos acumulados que elevaban el coste total a 2,85 millones de dólares (algo más de 2,3 millones de euros).

La crisis económica que ha acompañado a la pandemia ha agravado los problemas de muchas personas para asumir los gastos de tratamientos contra el coronavirus e incluso ha complicado la posibilidad de realizarse pruebas de detección, tarea que también puede suponer un gasto elevado, como pudo comprobar un empresario de Texas que se realizó un test PCR y otro de antígenos junto a su esposa después de que uno de sus empleados se contagiase.

Una sorpresa inesperada

Según recoge el sitio web Infobae, esta persona, de nombre Travis Warner, se vio obligada a viajar fuera de su ciudad para realizarse la prueba debido a la alta demanda existente en pleno auge de la pandemia. No obstante, todo fue bien hasta ahí para el empresario y su mujer, que recibieron con alivio unos resultados que indicaban que no se habían contagiado.

Pero la sorpresa llegaría semanas después para Travis Warner con la factura médica. Y es que el cargo por las pruebas que se había realizado se elevaba hasta los 54.000 dólares, cifra que sumada a otros cargos del hospital cerraban la cuenta final en más de 56.000 dólares (48.000 euros).

Tras recibir con estupefacción la noticia y comprobar que el gasto para su mujer por la realización de las mismas pruebas de detección se había limitado a 2.000 dólares, el empresario tejano se puso manos a la obra para esclarecer lo sucedido con numerosas llamadas al hospital que le atendió. Finalmente, y después de varios meses, su aseguradora le comunicó que le había auditado la factura, recuperando gran parte del dinero. El centro hospitalario justificó lo sucedido alegando que los problemas de saturación que habían vivido a causa de la alta demanda habían provocado un error involuntario que produjo esta situación.