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¿Neumáticos equivalentes? Los dos factores clave para superar la revisión de las ruedas en la ITV

Es fundamental que estén en buen estado, ya que si el examinador detecta cualquier anomalía en ellos, el vehículo no pasará la inspección.

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un tipo de mantenimiento legal preventivo en el que un vehículo es inspeccionado periódicamente por un ente certificador. Éste verifica el cumplimiento de las normas de seguridad y emisiones contaminantes que le sean aplicables.

Uno de los ejes fundamentales de esta revisión son los neumáticos, tanto ruedas como llantas. Por ello, es fundamental que estén en buen estado, ya que si el examinador detecta cualquier anomalía en ellos, el vehículo no pasará la ITV.

Manual actualizado

En caso de que el resultado sea desfavorable, solamente se podrá coger el coche para ir a arreglar el defecto antes de acudir de nuevo a la inspección. Pero si el veredicto es muy grave, habrá que solicitar la asistencia de una grúa para llevar el vehículo hasta el taller.

El pasado 1 de junio se actualizó el último manual técnico de las ITV, que hace especial énfasis en los neumáticos. Deben estar homologados, y las dimensiones, características y configuración de los mismos serán previstas por el fabricante en su verificación del vehículo o sus equivalentes.

Elementos fundamentales

En caso de acudir con neumáticos equivalentes, se revisarán dos factores clave:

- Índice de velocidad y carga: el primero hace referencia a la velocidad máxima soportada por el neumático, mientras que el segundo es el peso límite que es capaz de asumir. Estos índices tienen que ser al menos iguales a los que se especifiquen en la tarjeta técnica del vehículo.

- Medidas: son clave para mantener la dinámica y la conducción del coche tal y como ha sido diseñado desde la fábrica. Por este motivo, desde las ITV se acepta una distorsión máxima del +-3% en las medidas en el diámetro total del neumático.

Comprobación visual

Además de estos dos factores, se comprobarán visualmente otros elementos de los neumáticos: la inexistencia de deformaciones o roturas, que no haya cables al descubierto, la profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura o la no interferencia de la goma con otras partes del vehículo.