CORONAVIRUS

Alergia en primavera: síntomas, parecidos y diferencias con la COVID-19

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La llegada del buen tiempo puede convertirse en toda una pesadilla para algunos. Hasta 8 millones de españoles son alérgicos al polen.

La llegada de la primavera en España se traduce con la llegada del buen tiempo, temperaturas agradables y tiempo de guardar en el fondo del armario las cazadoras propias del invierno. Sin embargo, para muchos también supone el inicio de las alergias propias de la épocas, sobre todo, por el polen. Y es que la polinosis -o alergia al polen- afecta en España a 8 millones de personas, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica (SEAIC).

Esta estación del año, que ya llena las terrazas de gran parte del país, puede convertirse en toda una pesadilla para algunos, sobre todo en ambientes urbanos, donde la contaminación favorece más su efecto. Los ojos llorosos, las narices goteantes y los picores en la garganta son algunas de las consecuencias de estas alergias que, en ocasiones, podemos confundir con el coronavirus, especialmente en el último año de pandemia que vivimos.

Por ello, es esencial saber diferenciar entre los síntomas de ambas enfermedades. En el caso de la alergia al polen, depende mucho de la persona, pero es habitual que afecte a diferentes partes del cuerpo como pueden ser los ojos, la nariz, la garganta o, incluso, los pulmones. Por ello, estos son los principales síntomas que puede provocar la alergia:

  • Conjuntivitis.
  • Picor en la nariz, garganta y paladar.
  • Congestión nasal y estornudos.
  • Dificultad para respirar, tos y pitidos. Este conjunto de síntomas es conocido como asma polínico.

¿Cómo distinguir de la COVID?

El taponamiento nasal y mucosidad nasal transparente son habituales en alérgicos y, casualmente, unos de los síntomas que comparten con el coronavirus. Sin embargo, en caso de contraer el virus, esta mucosidad se transforma "en rinorrea mucosa o mucopurulenta", según explica Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Seaic, en una entrevista con Redacción Médica. "La disnea puede ser común en ambos procesos, pero es continua en el caso del coronavirus, mientras que en los alérgicos es esporádica y de predominio nocturno", añade.

Además de la mucosidad, la tos seca también puede aparecer en ambos casos. Sin embargo, en el caso de los alérgicos tan solo podría aparecer en algunos pacientes y, más bien, referida a nivel faríngeo. En el caso de contagiarse por coronavirus, la tos seca sería intensa, siendo un síntoma que aparece entre el 60% y el 80% de los casos confirmados de esta enfermedad.

La fiebre, principal diferencia

Se ha hecho mucho hincapié en los casos sintomáticos y asintomáticos de la COVID desde el inicio de la pandemia, pero uno de los principales síntomas que hacen saltar las alarmas antes un nuevo contagio es, sin duda, la fiebre. Un síntoma que no se daría en pacientes alérgicos y que ayudaría a diferenciar de la mejor forma posible entre ambas enfermedades. Eso sí, no todo el mundo presenta fiebre en su contagio por coronavirus.

"Los síntomas producidos por la infección por coronavirus se caracterizan por fiebre, mialgias, malestar general, astenia, cefalea, tos seca, dolor de garganta y disnea. Estos dos últimos síntomas pueden aparecer en pacientes con asma por alergia a pólenes, pero no el resto. Además, en el asma los pacientes se auto escuchan sibilancias y en la infección por coronavirus suelen ser crepitantes", añade Moral en la misma entrevista.

Además, recuerda que el Ministerio de Sanidad añadió también la anosmia (pérdida de olfato) o la disgeusia (alteración del sabor) a los síntomas por infección de coronavirus. Dos casos que son muy raros en los problemas alérgicos correspondientes a la llegada de la primavera.