CORONAVIRUS

La próxima generación de vacunas da otro paso

TANG CHHIN SOTHY

Investigadores de Australia han comenzado a probar un proyecto de vacuna mediante una vía inexplorada hasta ahora: un trímero proteico estabilizado como antígeno.

En un hito sin precedentes, la comunidad científica ha conseguido desarrollar vacunas efectivas contra el coronavirus SARS-CoV-2 en menos de un año. Desde que se publicara su información genética, los esfuerzos se han centrado en tratar de dar con la solución contra la pandemia. Las soluciones de Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca/Universidad de Oxford ya han sido aprobadas por el organismo europeo, la Agencia Europa de Medicamentos (EMA), pero no serán los únicos.

Además de los aprobados y los que están por aprobar, hay más proyectos de vacuna contra la COVID que se están desarrollando en todo el mundo. La revista especializada The Lancet ha publicado el estudio de un equipo de la División de Pediatría de la Universidad de Australia, totalmente novedoso respecto a otros. Este proyecto está ya en Fase 1 y ya se ha empezado a probar en humanos. La diferencia es que está basada en el uso de un trímero proteico estabilizado como antígeno.

Trimer-tag, la nueva vía contra la COVID

Los autores el estudio utilizaron para ello la proteína Trimer-Tag, que se deriva del extremo C del procolágeno de tipo I humano y que conserva la conformación trimérica de la proteína spike del coronavirus. Es una vía, hasta el momento, inexplorada en la batalla contra el virus.

En el ensayo actual se evaluaron tres dosis de proteína (3, 9 y 30 microgramos), sola o con una dosis fija de AS03, un adyuvante de aceite en agua o el agonista (sustancia capaz de unirse a un repector celular) TLR9 Cpg, combinado con alum.

Dosis y tiempo de administración

Esta propuesta de vacuna requiere dos dosis para la completa inmunización en la población, administradas en un plazo mínimo de 21 días, similar a las otras disponibles hasta el momento. Tiene una vida de al menos seis meses a una temperatura de entre 2°C y 8°C, lo que también ayudaría a su conservación y distribución.

Eventos adversos

El objetivo principal de este estudio es el de evaluar la seguridad y reactogenicidad de la vacuna en adultos sanos por grupos de edad (de 18 a 54 años y de 55 a 75). El total de participantes fue de 151: el 42% hombres y el 58% mujeres. La vacuna, asegura el informe, fue bien tolerada y la mayoría de los eventos adversos fueron el dolor leve en el local de la inyección.

Además, estos fueron más comunes con las formulaciones SCB-2019 que contienen el adyuvante AS03 (44 personas, 69%), que con las que tienen el adyuvante CpG/Alum (6 voluntarios, 44%). Una de las fortalezas del estudio es que incorpora la referencia 20/130 del Instituto Nacional de Estándares Biológicos y Control (suero convaleciente de un donante con niveles y Ig estandarizados), reforzada además por muestras de suero de pacientes que fueron hospitalizados por COVID. La incorporación de estos estándares de referencia es clave para que los ensayos clínicos avancen.

Inconvenientes del estudio

En punto negativo está en la poca diversidad del mismo, pues el 87% de los participantes eran de raza blanca. Otro aspecto que pone en tela de juicio esta opción es el lento desarrollo de las vacunas proteicas en comparación con las de ARN, con un tiempo de pruebas mucho mayor en el caso de las primeras.