CORONAVIRUS

Las secuelas del coronavirus pueden durar meses en los pacientes sin recuperarse

Luis Ángel González

Pueden catalogarse como COVID persistente, una dolencia ya registrada por la Organización Mundial de la Salud de la que no se sabe si puede desaparecer.

España se encuentra en la tercera ola de la COVID-19, y quién sabe si anterior a una cuarta, en mitad de un proceso de vacunación masivo con millones de personas afectadas, y con un número de contagios que no para de aumentar. Los hospitales están colapsados, porque aunque hay gente que se va recuperando, hay otros que persisten meses contagiados, los que tienen el COVID persistente.

El sistema sanitario se está enfrentando a una situación sin precedentes, y encima sin conocer con certeza toda la información que se debería saber sobre el virus. Hay personas que no tienen síntomas, otros que pasan el virus, y otros que siguen meses y meses.

Los afectados por esto último lo están por una dolencia ya clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con un código dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Es la conocida como Long Covid.

¿Qué es la COVID persistente y qué secuelas continúan?

Hace unos meses, en noviembre, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) presentó una encuesta realizada a 1.834 personas en la plataforma Long Covid Acts, en la que se mostraba una sintomatología parecida a esta dolencia, muy variada, cambiante y persistente. Tenían una media de 43 años, con una mayoría femenina del 79%, y con una duración de los síntomas de seis meses.

Por lo general, personas que se contagiaron en la primera ola, que pasaron la enfermedad en casa y sin que nadie les hiciera una PCR, y que siguen manifestando cansancio y astenia (96%), dolores de cabeza (86%) y musculares (83%), falta de aire (79%) y falta de concentración (78%).

El problema aquí es muchos que no son detectados. Es algo de lo que todavía falta mucha información, que no se sabe si desaparecerá en el tiempo, y al haber casos más graves no existe un protocolo específico para estos pacientes que acumulan meses y meses con secuelas y sin pruebas que lo demuestren.

Qué dicen los pacientes y qué tipos hay

"Me han reaparecido los dolores osteomusculares. Pero lo que más me limitan son los episodios de desaturación de oxígeno en sangre: estás muy somnoliento y te falta el aire", cuenta un médico de Barcelona de 64 años al diario El País. "He llegado a pasar semanas enteras en cama, agotada y faltándome el aire y sigo en rehabilitación pulmonar. Pero no me hicieron una PCR y no consta que oficialmente haya pasado la enfermedad", cuenta una traductora madrileña al mismo medio.

Hay otros que sí pasan por los centros sanitarios, reciben atención en unidades de cuidados intensivos, vuelven a casa, y luego vuelven a estar unos tres o cuatro meses sin recuperarse. Para estos, los médicos aseguran que el pronóstico es positivo y que es cuestión de tiempo que vuelvan a la vida de antes.

También se puede hacer una separación entre los que tienen daños orgánicos, es decir, pulmonar, neurológico o cardiovascular, pudiendo ser fibrosis pulmonar, ictus o trombosis, y los que tienen síntomas más leves como el cansancio, la fatiga, palpitaciones, etc...que duran más de dos meses. Los hospitales están saturados y tienen una escasez de recursos para tratar a ambos grupos, pero ya se están creando unidades funcionales para atender a todos los que puedan.