El coronavirus duró en Wuhan más de lo que se pensaba

La ciudad china de Wuhan fue el primer lugar donde se detectaron infecciones por el nuevo coronavirus, la enfermedad producida por el virus SARS-CoV-2. La localidad se declaró como libre de la COVID-19 en el mes de abril, aunque un grupo de científicos asegura ahora, en un estudio publicado en Plos Neglected Tropical Diesases, que en mayo todavía había grandes grupos de población que eran portadores asintomáticos de la enfermedad.

El pico de contagios en Wuhan, donde se registraron dos tercios de las infecciones notificadas en todo el país, se produjo en el mes de febrero. Sin embargo, aunque a principios de abril se declaró la ciudad como libre de contagios, todavía en el mes de mayo había vestigios de la enfermedad entre la población.

Los científicos han analizado 60.107 personas, en principio, sanas en la ciudad para tratar de localizar anticuerpos contra la COVID-19. El resultado obtenido es que "miles de residentes en Wuhan fueron infectados asintomáticos cuando ya se suponía que la enfermedad estaba bajo control".

Anticuerpos IgG e IgM

El estudio, realizado por trabajadores de la Universidad de Wuhan y dirigido por Xue-Jie Yu, analizó los anticuerpos IgG e IgM obtenidos en sangre obtenida de pacientes entre el 6 de marzo y el 3 de mayo de 2020.

Los anticuerpos IgG positivos significan que el sujeto ha padecido la enfermedad, mientras que los IgM sugieren que el paciente ha pasado afección recientemente o que la está sufriendo. Un 0,46% de los pacientes tenían anticuerpos IgM, una cifra significativamente superior al 0,38% de los ciudadanos chinos que tenían anticuerpos, indistintamente IgG o IgM, cuando se produjo el análisis.

"Los datos que hemos obtenido nos indican que miles de personas fueron portadoras asintomáticas del virus entre marzo y mayo, mientras que las instituciones no reportaban ningún caso clínico de coronavirus", concluye el estudio.

Gracias a la detección y al chequeo de los diferentes tipos de anticuerpos, la ciencia da pasos hacia adelante en la investigación de las infecciones asintomáticas, cuya detección es uno de los aspectos de la pandemia que más preocupa a las autoridades sanitarias de los Gobiernos mundiales.